Todos los colores

La música de Aries es admirable por mil motivos. Por ejemplo, por su apuesta a la vez por el impacto pop y la estimulación cerebral a través de la producción; combinación rara en este país. También por buscar impulso e inspiración en sentimientos de pura alegría, éxtasis y felicidad; algo casi mal visto en este país.

Isabel Fernández Reviriego (ese es su verdadero nombre) defiende así su amor por la alegría en 'Un rayo ultravioleta', el libro-bloc de notas personales que acaba de sacarle Ediciones Chelsea: "Una canción alegre y brillante puede contener una carga intelectual y sentimental igual de estimable que aquella que aúlla dolorida. Apreciar la oscuridad, el misterio o la melancolía; sentir la belleza en el dolor y la desesperación, son ejercicios tan valiosos como bailar con desenfreno y júbilo una melodía luminosa".

Durante nuestra entrevista, Isabel me pregunta a veces a mí en lugar de yo a ella. Y en una ocasión me pregunta: "¿Usted cree que esto de menospreciar la alegría solo pasa en España?". Mi respuesta es: "Sí". Tratamos de pensar en los motivos y a ella se le ocurren, a bote pronto, unos cuantos: "Es un poco la culpa católica. También la tradición filosófica que relaciona al alegre con el ignorante. Y luego esa imagen, a mi parecer deplorable, del artista verdadero como alguien que está sufriendo tanto a nivel emocional como económico. Como si para producir arte verdadero hubiera que sufrir".

CADA DETALLE IMPORTA

Isabel es una de las personas más positivas que haya conocido, brevemente. Y nadie en su sano juicio podría negar el arte (verdadero) de 'Adieu or die', su tercer disco como Aries, el que el sábado presenta (19.00 horas) en el Primera Persona del CCCB: melodías extáticas se casan con un diseño de sonido escrupulosamente exuberante. La atención al detalle llega a la obsesión: "Para mí las canciones no están acabadas. Y nunca lo estarán. Cuando lo tuve que mandar a mezclar, me dio rabia... Todavía tenía un montón de apuntes en el cuaderno de cosas por hacer".          

El tema titular, de once minutos, muestra a la artista dando rienda suelta a su afán más experimental. "Ya estaba harta de estar supeditada a la estructura pop y me decidí a hacer lo que quisiera, sin pensar en estructuras de ningún tipo". La voz se convierte, sobre todo aquí, en un sonido más, lo que rebaja el temor de Isabel a ser ignorada en otros países por el idioma.

Temor infundado: su último disco ha sido editado en EEUU por K Records, la influyente discográfica del gurú del indie Calvin Johnson. "Hace poco le preguntaban en una entrevista por qué me había editado –cuenta– y aluciné. Por lo que decía, sabe lo que quiero transmitir, aunque nunca hemos hablado de ello". ¿Y qué decía Calvin? "Decía que soy muy apasionada, como medio flipada, y es verdad".

LA INFLUENCIA FAMILIAR

En su citado libro, la antigua componente de Electrobikinis y Charades asegura que fueron sus padres quienes le inculcaron la pasión por la pasión. "Sobre todo, ellos me han dejado equivocarme. Es la única forma de aprender. Y me han inculcado las ganas de jugar y descubrir cosas. Ellos, todavía hoy, siguen abiertos a seguir aprendiendo", cuenta Reviriego.

Isabel es licenciada en humanidades por la rama de filosofía política. Después hizo un máster en gestión cultural. Pero siempre pone la música por delante de todo, algo que puede inquietar incluso a sus generosos padres: "Les preocupa la inestabilidad de todo esto. Que ande viajando por ahí yo sola, también". Lo ideal sería buscar una mayor estabilidad sin dejar la música. "Estoy buscando la forma de hacer música para videojuegos. También me encantaría hacer jingles. Y dedicar más tiempo a otra de mis pasiones, doblar dibujos animados".

Así es: muchos hijos y padres ya deben haber escuchado a Aries sin saberlo, porque se encarga de poner voz cantante a un puñado de personajes femeninos de 'Hora de aventuras': La Princesa Chicle, Señorita Isla, Jake y Fiona... "Canto los temas usando la boca del muñequito. Son muy punkis. También hay algunos bonitos, como el que canta la princesa a Limoncito".