MUESTRA DE CINE ESPAÑOL

Pelotazos policiales en el festival de Málaga

El equipo de 'El rey tuerto' posa ante la prensa, en el festival de Málaga.

El equipo de 'El rey tuerto' posa ante la prensa, en el festival de Málaga. / periodico

OLGA PEREDA / MÁLAGA

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Tuerto de por vida por culpa de una pelota lanzada por un agente antidisturbios. Es la vida real. Y también es una ficción cinematográfica. 'El rey tuerto' ('El rei borni', en su versión en catalán) es el título de una obra de teatro que nació cuando su director, Marc Crehuet (guionista y realizador de la serie de TV-3 'Pop Ràpid'), leyó en la prensa el caso de un chico italiano que estudiaba en Barcelona y que fue herido por un policía en una manifestación. El televisivo Crehuet se puso a escribir y se convirtió en dramaturgo por accidente. Durante los ensayos, en noviembre del 2012, Ester Quintana perdió su ojo por otro pelotazo. Es el caso que ha tenido mayor repercusión (forzó la reestructuración de la cúpula del Departament de Interior y comportó la prohibición de las pelotras de goma; ahora está en pleno juicio), pero el equipo de la obra se documentó y comprobó que en tres años se habían producido siete episodios similares.

La obra de teatro nació pequeña. Se programó en una sala de 40 butacas. Pero su poder perturbador la fue haciendo grande. Mucho. Saltó las fronteras catalanas y el equipo se pasó dos años de gira por toda España. El interés de los espectadores hizo que Crehuet se atreviera a pasar el texto de las tablas a la gran pantalla. Con el mismo elenco de actores, que, igual que él, ejercen de productores junto a Lastor Media y El Terrat.

"No voy a decir cuánta pasta nos jugamos. Pero sí, hemos invertido. Si no lo hacíamos en esta película, ¿en cuál? Este es un proyecto muy personal. Es nuestro hijo, nuestro niño", explica el actor Miki Esparbé, que tanto en la obra como en la película se pone en la piel del manifestante herido. Alain Hernández es el policía, un tipo que cree que la brutalidad es un simple daño colateral. Ambos se reúnen, por casualidad, en una cena con sus parejas (Betsy Túnez y Ruth Llopis). Víctima y agresor frente a frente. El resultado es una comedia negra (se estrena en salas el 20 de mayo) que remueve conciencias. Si todo el metraje mantuviera el tono y el ritmo de la interesantísima primera parte estaríamos sin duda ante la joyita del festival de Málaga. Lástima que los personajes giren de manera brusca y pierdan buena parte de su credibilidad.

BRUTALIDAD "LAMENTABLE"

El agresor es un agente de la brigada móvil cuya cabeza no está excesivamente amueblada. Pertenece a los Mossos d'Esquadra, aunque en todo momento se habla solo de "antidisturbios". "Cuando empezamos la gira de la obra de teatro pensamos que, por ejemplo, al ir a Madrid podríamos cambiar de cuerpo policial y convertirlo en un guardia civil. Pero luego vimos que eso no tenía mucho sentido. Es un antidisturbios. Y punto. Desgraciadamente, la brutalidad funciona igual en todos los cuerpos. Y ya son muchos casos. Es lamentable", protesta Esparbé, que confiesa que, a título personal, no ha participado en a muchas manfiestaciones. Por falta de tiempo y porque, razona, "hay muchas maneras de reclamar". "Para hablar de política hay otra gente. Nunca querría que se valoraran mis pensamientos personales por encima de nuestro trabajo. Somos actores y hablamos de nuestros proyectos, no de la vida personal o nuestro punto de vista político", continúa.

ABISMO CULTURAL

Un abismo cultural separa a las dos parejas de 'El rey tuerto'. Ni el policía ni su mujer tienen estudios universitarios. Él rezuma cierto machismo, mientras que a ella parece importarle solo el mundo de la cocina. En cambio, el agredido y su pareja son ilustrados, 'culturetas' muy concienciados socialmente. Pero, ojo, con aristas porque es el dinero de papá y mamá lo que les permite dedicarse al arte y a las protestas. "El director tiene una relación de amor y odio con el mundo 'hipster', como ya se vio en 'Pop ràpid'. Con una casa pagada, todo el mundo puede ser muy estupendo. 'El rey tuerto' parodia el esnobismo y la frivolidad de esa gente", comenta Esparbé, hijo de una madre profesora y un padre pintor. "En mi casa siempre se ha respirado mucha cultura, pero mis padres no me pagan mis películas", sonríe el actor, que ha dirigido dos cortometrajes y que en ninguno de los dos casos pidió ayuda económica en casa. El segundo corto se lo pagó con el premio que ganó con el primero, rodado con un móvil.

Al igual que en 'Un dios salvaje' (película de Roman Polanski que tiene más de un punto en común con esta), en 'El rey tuerto' los personajes también se despojan de sus máscaras sociales y se dejan de hipocresías. Llega un momento en el que se dicen verdades a la cara. Y siempre es el manifestante agredido el que parece dar más pena. A ello contribuye su ojo tapado y su mala pronunciación, un acusado frenillo que el director incorporó al personaje para, precisamente, aportar vulnerabilidad. 

{"zeta-legacy-despiece-horizontal":{"title":"El a\u00f1o de Miki Esparb\u00e9","text":"Miki Esparb\u00e9 (Barcelona, 1982) est\u00e1 plet\u00f3rico en esta edici\u00f3n del Festival de Cine Espa\u00f1ol de M\u00e1laga. No solo es el protagonista de 'El rey tuerto' sino que tambi\u00e9n forma parte del elenco de 'Rumbos', una producci\u00f3n catalana dirigida por la realizadora murciana Manuela Burl\u00f3 (le ha costado ocho a\u00f1os sacarla adelante), que utiliza el recurso de las vidas cruzadas (y la voz en 'off' de Julia Otero)\u00a0para narrar una historia coral de amores y desamores. El inicio de la pel\u00edcula, con un di\u00e1logo entre el actor catal\u00e1n y Pilar L\u00f3pez de Ayala, hace pensar que estamos ante una de las comedias del a\u00f1o. Sin embargo, avanza el metraje y la pel\u00edcula se pone tan oscura e intensa que toda la frescura del inicio se transforma en otra cosa. 'El rey tuerto'\u00a0y 'Rumbos'\u00a0no son los \u00fanicos proyectos actuales de Esparb\u00e9, al que este verano podremos ver\u00a0en 'Cuerpo de \u00e9lite', otra comedia que -imitando el modelo de 'Ocho apellidos vascos'- sigue explotando los t\u00f3picos regionales, esta vez con los diversos cuerpos policiales de toda Espa\u00f1a. Curiosamente, el actor catal\u00e1n no interpreta a un 'mosso' (ese papel es para Jordi S\u00e1nchez), sino a un agente de movilidad madrile\u00f1o.\u00a0"}}