DISCURSO MUY PERSONAL

Fernando del Paso dedica su premio Cervantes a "Carmen Balcells de Catalunya"

El escritor mexicano denuncia al recoger el galardón que su país se está convirtiendo en un "estado totalitario"

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Suelen tildarle de dandi por su afición a incluir en su vestuario alguna prenda de vestir distinguida, tan elegante como fuera de lo habitual. De hecho, esta semana se le ha visto por Madrid con chaqueta rosa y gafas de sol de magnate caribeño cumpliendo con el protocolo del premio Cervantes. Hoy, para recoger el galardón de manos del rey Felipe VI, el escritor mexicano Fernando del Paso ha elegido la sobriedad del traje oscuro, pero la ha roto con una corbata de anchas franjas rojas y amarillas que parecían contener un guiño. No en vano, ha acabado su alocución dando las gracias a España, pero la ha iniciado proclamando: "Dedico este discurso a Carmen Balcells de Catalunya".

Solemne pero con aspecto humilde en su silla de ruedas, con golpes de humor que han provocado carcajadas en el paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares (Madrid), pero también con afirmaciones graves contra su país que han sonado como un trueno, el número 41 de los galardonados con el premio más prestigioso de las letras castellanas, que hoy celebraba el 400º aniversario de la muerte de Cervantes, ha pronunciado un discurso muy personal y emotivo en el que ha repasado su biografía, tanto la íntima como la literaria, y se ha definido a sí mismo como un campo de batalla en el que combatieron su mano izquierda, que quería pintar, y la derecha, que es con la que le obligaron a escribir. "No soy ambidiestro, soy ambisiniestro. Mi mano derecha se ha impuesto", ha reconocido.

Sin embargo, las primeras palabras del sexto mexicano que se hace con el Cervantes no han estado dedicadas a hablar de literatura, sino de política. Del Paso ha denunciado que en México continúan "los atracos, las extorsiones, los secuestros, los feminicidos, la corrupción y los abusos de poder", y aunque ha reconocido que le daba vergüenza criticar a su país en el extranjero, ha advertido que no denunciarlo le daba "aún más vergüenza" y ha señalado que México parece "el principio de un estado totalitario".

LA INFLUENCIA DE MIGUEL HERNÁNDEZ

El autor de 'José Trigo', de 81 años de edad, ha relatado su primer encuentro con el Quijote, obra que descubrió siendo un adolescente en la casa de su tío, y ha pasado revista a la amplia pléyade de autores españoles que le influyeron como escritor, aunque ha reconociódo que fue Miguel Hernández quien "detonó" su vocación literaria.

La vida y la obra de Del Paso son dos caras de la misma moneda, como el propio autor ha evidenciado en 'Palinuro de México', la autobiografía inventada que publicó en 1977, y ha confirmado en su discurso de aceptación del Cervantes, plagado de referencias vitales como las 15 operaciones quirúrgicas a las que ha sido sometido y su larga prole de hijos, nietos y bisnietos, muchos de los cuales le han acompañabado en la recogida del premio.

Se mueve en silla de ruedas desde que un isquemia cerebral le dejó sin habla hace tres años, del que se recuperó leyendo en voz alta fragmentos de su obra 'Noticias del Imperio'. "La vida ha sido 'cuata' conmigo", ha resumido el novelista, poeta, ensayista y cuentista mexicano, quien ha dejado caer un deseo: que su obra de teatro 'La muerte se va a Granada', ambientada en el asesinato de Lorca, sea representada algún día en España.

TUNA UNIVERSITARIA

En su discurso de respuesta, Felipe VI, que ha subrayado la fecha del 400º aniversario de la muerte de Cervantes y ha destacado los vínculos editoriales que unen a México y España, ha agradecido a Del Paso por ser "testimonio de amor a una lengua y a una tradición literaria que hoy honramos". El monarca, quien ha recordado que la mitad del premio era para Socorro, la mujer de Fernando, también presente en el acto en silla de ruedas, ha estado acompañado por la reina Letizia, el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, y el ministro de Cultura en funciones, Íñigo Méndez de Vigo, quien ha dado la enhorabuena a Del Paso por haber regalado a sus lectores "tantos cachitos de esperanza".

Emocionado, el galardonado ha saludado con la mano con la misma señal de agradecimiento con la que minutos más tarde ha atendido a la tuna universitaria. Poco antes, en los últimos fragmentos de su discurso, había prometido seguir escribiendo "hasta que se acabe mi vida".