Jenny Offill: "El desasosiego es el mejor acicate para la escritura"

La autora norteamericana publica su segunda novela, 'Departamento de especulaciones'

La escritora norteamericana Jenny Offill.

La escritora norteamericana Jenny Offill. / periodico

ELENA HEVIA / BARCELONA

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Luchar contra los chinches. Criar a los hijos. Comprender las instrucciones para mantener a flote tu matrimonio. Escribir. Intentar no volverte loca. 'Departamento de especulaciones' (Asteroide / Amsterdam), la segunda novela de la norteamericana Jenny Offill (Massachusett, 1968), es una pequeña 'delicatessen' literaria que se aupó a las listas de los mejores libros del 'New York Times' y el 'New Yorker' en el 2014.

¿Por qué esperó 12 años para publicar su segunda novela? ¿Esa narradora que intenta escribir y a la vez dedicarse a su familia es un reflejo de su propia vida? Durante esos años tuve un montón de puestos de trabajo diferentes y me esforcé  por ganarme la vida como la mayoría de los escritores. También estaba atrapada en la vida familiar y tenía menos tiempo para dedicarme a mis ficciones. He utilizado algunas de mis experiencias de esa época y he echado mano de la imaginación para el resto.

¿Por qué una forma tan fragmentaria para su novela? Surgió de las cenizas de otro libro, que era mucho más lineal y que no llegué a completar. Cuando empecé este, quise captar la naturaleza fragmentaria del pensamiento, los virajes hacia dentro y hacia fuera de las emociones que sentimos en nuestra vida diaria.

El valor de lo que no se dice es muy alto. ¿Llegó a escribir esas partes en una fase anterior? No, pero sin duda las imaginaba. Creo que el espacio en blanco es tan importante en la ficción como el espacio negativo en el arte. Lo que no se dice o no se ha visto directamente todavía existe y tiene una presencia en el texto. La narradora a veces deja a un lado cosas porque no puede soportar mirarlas directamente, y eso le pasará factura en su conciencia más tarde.

Se ha dicho que nadie se ha acercado tanto como usted a lo que pasa de verdad en la intimidad de un matrimonio. El matrimonio y la infidelidad son temas demasiado trillados en la ficción y eso me preocupaba. Me preguntaba si existía una nueva forma de contar esa historia. Tengo la sensación de que una narración fragmentaria puede estar más cerca de la forma en la que armamos el rompecabezas de los recuerdos de una relación a largo plazo.

¿Cuál es su relación con la poesía? Escribí poesía durante un año después de renunciar a la novela que intenté escribir antes de esta. Pero nada de eso estaba destinado a ver la luz del día. Solo quería recordarme a mí misma lo que el lenguaje puede hacer para escapar de la tiranía de la trama convencional. Sin embargo, en cierta forma, los poemas acabaron filtrándose en la novela. Y sí, claro que me gustaría ser poeta. Si fuera lo suficientemente buena. Porque sé construir frases pero no estoy tan segura de que pueda hacer buenos versos.

El libro retrata las grandes y las minúsculas complejidades matrimoniales, dándoles la misma importancia. Tengo la intuición de que están conectadas. Que a veces hay pequeñas traiciones que pueden conducir a otras mucho más grandes. Además considero que las mayores alegrías de la vida familiar se encuentran a menudo en los momentos aparentemente más insignificantes y no en las grandes ocasiones. La estructura de la novela pretende reflejar estas ideas.

La maternidad como trampa, el sentimiento contradictorio de que el amor impide a la mujer realizarse profesionalmente, es uno de los grandes temas de la novela. ¿Propone nadar a favor o en contra de la corriente? Para la mujer, el amor y el trabajo siempre se entrelazan de forma complicada y desordenada.  Necesariamente, vamos a estar robándole a uno para pagar al otro. La idea de que estas dos partes importantes de la vida nunca se van a oponer entre sí, que nos merecemos 'tenerlo todo', como les gusta decir a las revistas femeninas, es peligrosa. No creo que exista un equilibrio entre la maternidad y el trabajo. Me parece más correcto decir que se oscila entre uno y otro y que tal vez deberíamos tratar de pensar en esto como el estado natural de las cosas, en lugar de como una fuente de culpabilidad. Tenemos que comprometernos y convertir en arte todo ese espectro de la experiencia que va de lo tedioso a lo sublime

¿Qué significado tiene la locura en su libro? Es uno de mis grandes miedos. Mi personaje teme esto también y se pregunta si hay algo en el amor o en el trabajo que podría 'arreglar' su cerebro. En mis clases de escritura creativa utilizo la palabra 'desquiciado' en un sentido amplio que se refiere no solo a un narrador que se ha vuelto loco, sino también a cualquier persona que ha cortado sus amarras, que ya no se encuentra a sí misma en tierra firme.

¿Cree el escritor debe estar, en cierto sentido, algo desquiciado? Hay ventajas para un escritor en este estado porque ya no te sientes cómoda y segura y este desasosiego te hacer estar más alerta respecto al mundo. Es el mejor acicate para la escritura. El poeta Theodore Roethke escribió una vez: "En una época oscura, los ojos comienzan a ver" .