Hèctor Parra se fusiona con Jaume Plensa

Un paso más en la imparable trayectoria de Hèctor Parra (Barcelona, 1976). El músico catalán, afincado en París donde es compositor residente del Ircam-Centre Pompidou, acaba de estrenar en la Catedral de Cuenca ‘Breathing’, una obra de encargo de la Semana de Música Religiosa. La pieza, interpretada por el prestigioso Vocalconsort Berlin, ha nacido como fruto de su colaboración con el escultor Jaume Plensa. Es la primera vez que textos inéditos del artista plástico se convierten en obra musical.

Este es el cuarto estreno en marzo de Parra, hecho que aunque el autor considera como “una simple coincidencia”, revela su capacidad para desarrollar cambiantes proyectos. Basta señalar que tiene un catálogo de unos 80 títulos, en los que se incluyen cinco óperas. La última, ‘Wilde’, con montaje de Calixto Bieito, fue estrenada en el 2015 en el Festival de Schwetzinger (Alemania). Por si fuera poco, actualmente es compositor residente, en un insólito pacto, del Auditori y el Palau de la Música, donde al final del proceso habrá presentado 40 títulos suyos, entre los que se incluyen cuatro nuevas creaciones.

El proyecto de Cuenca le llegó con poco margen de tiempo. “Justo estaba preparando una pieza coral con poemas de Plensa y opté por profundizar sobre el imaginario de este gran artista”, dice Parra. El compositor admite que esta colaboración con personajes a los que admira forma parte de su línea de trabajo. Así sucede también con los escritores Marie NDiaye (premio Goncourt), Händl Klaus o los físicos teóricos Lisa Randall y Jean-Pîerre Luminet.

NUESTRO SILENCIO INTERIOR

“Estos creadores me inspiran, pero a la vez tienen gran influencia en mis obras. Con Ndiaye he hecho cuatro proyectos, de los cuales dos son óperas, y con Jaume estamos diseñando una pieza para la Trienal del Ruhr 2017, en la que él aportará la ilustración plástica”. ‘Breating’ expresa “una sonorización del universo escultórico de Plensa, sobre todo relacionada con sus bustos de caras femeninas con los ojos cerrados”.

Se trata de escuchar nuestro propio silencio interior, “pero no un silencio vacío sino lleno de murmullos que transmiten la esencia de la vida”. El poema que da título a la obra fue tatuado por Plensa en una escultura de 10 metros que está en la BBC de Londres. Con otro texto del escultor y humanista prepara un estreno para junio de una obra con piano y para el Cor de Cambra del Palau.

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En las piezas de Parra hay una componente muy visual –estudió pintura durante seis años–, pero en la ópera “manda el texto del libreto”. Dice que la pintura de El Greco le inspiró en ‘Wilde‘ y también cita a Tàpies entre sus referentes y hasta a Velázquez, del que Louvre le encargó una obra para inaugurar una exposición sobre el pintor. De su colaboración con Plensa le interesa mucho el contraste entre los que es eterno, la escultura, y lo efímero, que es la música. “Yo veo musicalidad en la escultura y él formas plásticas en la música”, dice.

El compositor celebra el reciente éxito de George Benjamin en España, pero considera que la situación de la música contemporánea es frágil. “Aún no ha ganado la partida, entre otras razones porque falta tensión estructural y una mejor arquitectura compositiva”. Él trata de “fusionar colores con gestos y energías” y alerta del peligro de creadores “muy autistas”.

Amante de la ópera y con referentes como Wagner, Berg, Zimmerann y hasta Monteverdi, le apasiona este género. “Me permite profundizar en la psicología de los personajes hasta el punto de implicarme durante la creación en sus sentimientos”. Aunque se siente catalán considera que su patria “es la música”, algo que avala una agenda con encargos internacionales que van más allá del 2020