'Mustang': las vírgenes suicidas turcas

QUIM CASAS / BARCELONA

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{"zeta-legacy-despiece-horizontal":{"title":"Mustang\u00a0\u2605\u2605\u2605","text":"Direcci\u00f3n:\u00a0Deniz Gamze Erg\u00fcvenCon:\u00a0Erol Afsin, Ilayda Akdogan, Doga Zeynep DogusluT\u00edtulo original:\u00a0'Mistress America'Pa\u00eds:\u00a0Turqu\u00eda \/ Francia \/ AlemaniaDuraci\u00f3n:\u00a097 minutosA\u00f1o:\u00a02015G\u00e9nero:\u00a0DramaEstreno:\u00a011 de marzo\u00a0del 2016"}}

Quizá sí Sofia Coppola no hubiera realizado en 1999 'Las vírgenes suicidas', 'Mustang' resultaría más sorprendente. Porque lo narrado por la debutante Deniz Gamze Ergüven se parece demasiado, aunque en una esfera cultural distinta, a lo planteado por la joven Coppola en, también, su filme de debut.

Aquí son cinco hermanas huérfanas, de entre 12 y 16 años, quienes quedan al cuidado de su abuela y tío. Estos no pueden permitir, dada la condición de la mujer en Turquía, que campen a sus anchas, jueguen, intimen y hagan de la vida, a pesar de su orfandad, una auténtica celebración del placer. Y las cinco quedan encerradas, cuales monjas de clausura, en una casa que ya no es un espacio paradisiaco en el que crecer.

En 'Las vírgenes suicidas', por otros motivos, cinco hermanas acaban viviendo encerradas en su domicilio, ajenas a los placeres que sus edades les demandan. Las similitudes entre las dos películas no están solo en el tema, sino también en cierta tonalidad, en el choque entre la celebración y la represión a partir de una convincente dirección de actrices. Los dos filmes resultan demasiado coincidentes para no hallar ecos de uno en el otro.

Salvada esa (molesta, sin duda) comparación, 'Mustang' se resuelve con momentos especialmente hábiles, como las escapadas de las chicas para asistir a un partido de fútbol o los escarceos amorosos y clandestinos de algunas de ellas, junto a otros más estereotipados o chirriantes, caso de la relación de amistad que la más pequeña establece con un joven que le enseña a conducir y se apresta a liberarla del yugo familiar. Hay algo impostado en estas situaciones, todo lo contrario del toque realista en todo lo concerniente a las bodas forzadas a las que deben someterse, una detrás de otra, las protagonistas.