Núria Graham: "Hace tres años que soy joven, ¡superémoslo ya!"

La cantante y guitarrista de Vic Núria Graham publica este viernes el epé de cuatro canciones ‘In the cave’, coincidiendo con el recital que abre el nuevo Curtcircuit (Apolo, 21.00 horas).

¿Por qué un epé? Porque tengo unas canciones que si no las grabo ahora se perderían. En el próximo disco tendré ganas de hacer cosas nuevas, un punto y aparte.

¿Tiene la sensación de que está en un lugar distinto de cuando grabó ‘Bird eyes’? Sí, parece que haya pasado mucho tiempo. Siento que tengo que replantearme adónde voy. El epé es un paso intermedio. Ha salido oscuro y seco, y más trallero.

Hay menos frescura pop y más ambientes densos. Y es más guitarrístico. Tira más no al ruidismo pero sí a la psicodelia. Hemos ensuciado un poco el sonido, que sea más bola. Y hay un punto de ‘flow’, negro, en ‘I’ll be there’. Me gusta la gente que tiene ese ‘flow’, ese caminar. St. Vincent lo tiene. Gente que ha escuchado mucha música negra.

¿Es su caso? Bastante. Me gustan The Meters, Funkadelic…

Cierra el epé es su versión de ‘Toxic’, de Britney Spears. ¿De dónde viene? De las fiestas en que yo era la ‘dj’. Era el ‘hit’ de la noche. Un día, tocando la guitarra en plan Thurston Moore, me puse a cantarla encima y salió.

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¿Espera el día en que los artículos dejen de destacar su edad? Bueno, sí, tengo ganas de que se hable de mi música. Hace tres años que soy joven, ¡superémoslo ya! (ríe) Pero ya pasará. En junio cumpliré 20 años, quizá deje entonces de ser un diamante en bruto…

¿Ha sentido un efecto molesto de niña prodigio? No, aunque hay cosas que se deben a ser joven y mujer. Piensas: ¿si fuera un hombre de 40 años me tratarían igual? Pero mi modo de aportar mi grano de arena al feminismo es estar ahí y dar guerra, sin sentirme débil. Y si me siento débil, que sea porque soy una persona, no porque sea una mujer.

¿Ha percibido condescendencia? No mucho. Pero es un mundo de hombres: el técnico de sonido, de luces…. A veces ni hablan conmigo, deben pensar “esa niña qué sabrá”. Eso me da rabia. Me gustaría cambiarlo.

Cantando en inglés, ¿la proyección es una prioridad? Hace unas semanas actué en Eurosonic (Holanda). Cuando vas a una feria así ves que hay millones de bandas y que la música es un mercadillo. Te sientes como un fuet.

Y como una más. Sí, pero aunque haya muchas cosas parecidas, cada uno es especial a su manera.

¿Es competitiva? No lo he sido nunca. Ni ambiciosa. Y ya está bien, porque si no me pondría de los nervios. Pero intento superarme.

¿Ha decidido ya que quiere dedicarse a esto toda la vida? No, no lo he pensado. Si algún día lo paso mal no tengo porqué seguir. Me gustaría hacer otras cosas: programar conciertos o aprender a producir. En Catalunya, ¿qué grupo le pide a una mujer que le produzca un disco? No hay muchas mujeres productoras.

Hace dos años actuó en Curtcircuit apadrinada por La Iaia. Ahora, en Apolo, es usted quien presenta a Germà Aire. Se cierra un círculo. Yo entonces a La Iaia les conocía poco. Jordi Casadesús aún no tocaba conmigo. Germà Aire hacen algo fresco y original. Son unos locos, gente imprevisible, me recuerdan a mí.