UNA 'PREMIÈRE' ESPERADA

Netrebko ilumina un gran 'Trovatore' de la Fura en París

Anna Nebretko en el montaje de 'Il trovatore' de La Fura en París.

Anna Nebretko en el montaje de 'Il trovatore' de La Fura en París. / periodico

CÉSAR LÓPEZ ROSELL / PARÍS

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Anna Netrebko puso la noche del domingo París a sus pies con su interpretación del rol de Leonora de 'Il trovatore'. La diva desplegó todo el poderío de sus facultades vocales y dramáticas en su debut en una producción escénica de La Fura. El impactante montaje, ambientado en la primera guerra mundial, recibió casi 15 minutos de aplausos, dedicados especialmente a la soprano rusa, que fue también aclamada en plena función durante la recreación de algunos de los pasajes de la ópera. La versión de la obra de Verdi, a cargo de Àlex Ollé, tuvo una buena acogida, exceptuando alguna leve protesta ahogada por los mayoritarios bravos.

La expectación despertada por la presencia de la carismàtica estrella hizo que el primer ministro francès, Manuel Valls, y varios miembros de su Gobierno asistieran a la 'première'. Al final de la representación, acudieron a saludar a los protagonistas del espectáculo y Valls, nacido en Barcelona, dedicó especial atención al equipo de La Fura, al que felicitó por su trabajo. El hecho de que se hayan agotado las entradas para las funciones con Netrebko multiplica el interès por la retransmisión en directo a los cines europeos de la función del próximo día 11 en la Bastille. En Catalunya se podrá ver en varias salas de Barcelona, así como en Girona, Lleida y Tarragona.

LA TRANSFORMACIÓN DE LA DIVA

"Hemos tenido poco tiempo de ensayar con Anna, pero su transformación cuando sube al escenario es impresionante", explicó admirado al término de la función un satisfecho Ollé. La pròpia artista alabó la "coherencia" del planteamiento escénico de la obra, señal de su buena química con La Fura. La artista volverá a colaborar con el grupo en septiembre en su debut como Norma en el Covent Garden. Los problemas de una afección en las cuerdas vocales del otro astro del reparto, el tenor Marcelo Álvarez (Manrico), impidieron el trabajo previo con el cantante. Todo ello se notó en escena, en la que iba un poco por libre. Aguantó con coraje hasta el final pese a actuar mermado de facultades, algo que se puso en evidencia en una mejorable 'Di quella pira'.

La actuación de Netrebko estuvo a la altura de lo esperado. Su voz ha ganado en cuerpo y volumen. A los 44 años está en el mejor momento de su carrera. Hay quien piensa que en esta obra es más ella misma que Leonora, pero, caramba, ¡qué exhibición de recursos! La realidad es que con la heroína expiatoria de esta enrevesada trama hace una verdadera creación. Intensa, flexible y segura, desplegó un sensible abanico de emociones. Ovacionada ya en su primer gran reto, 'Tacea la notte plàcida', sus intervenciones siguieron potenciando este melodrama de venganzas y de pasión amorosa triangular. Ludovic Tézier compuso, por su parte, un Conde de Luna de timbre noble y elegante y Ekaterina Semenchuk fue de lo mejor del lujoso cuarteto con una  actuación pletórica de carga dramàtica en lo vocal y teatral.

DIFERENTES AMBIENTES

Ollé decidió situar la acción, inspirada en las luchas por la sucesión de la corona catalano-aragonesa tras la muerte de Martí l'Humà, en el contexto de la Gran Guerra. El clima que se dibuja es obsesivo, fantasmagórico. La apertura, con un ejército de soldados con máscaras, sitúa inmediatamente en la atmósfera del relato. Alfons Flores ha ideado un espacio que funciona a la perfección, creando diferentes ambientes que se multiplican en el reflejo de unos espejos.

Trincheras, cuarteles, el campamento de gitanos, la cárcel, el claustro o el cementerio se desdoblan con gran agilidad, muy bien iluminados por Urs Schönebaum. El sugestivo vestuario militar y de época de Lluc Castells (¡Netrebko ha bendecido todos sus vestidos!) ayuda a configurar el entorno psicológico de los personajes. Las escenas de la ejecución de Manrico a cargo de Luna y la del suicidio de la gitana Azucena son sobrecogedoras. La orquesta, dirigida por Daniele Callegari, estuvo siempre atenta a las necesidades de los cantantes. El coro que guía José Luis Basso, exdirector en el Liceu, completó este montaje de altura de la ópera de Verdi.