DOBLE RECITAL

Blues de sangre azul

El guitarrista y cantante Amadeu Casas rinde homenaje al desaparecido B. B. King en Jamboree

El músico de blues Amadeu Casas.

El músico de blues Amadeu Casas. / periodico

JORDI BIANCIOTTO / BARCELONA

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Cuando era un adolescente, Amadeu Casas se enamoró del sonido de guitarra de Cream, John Mayall y los Stones y, fijándose en los créditos de los álbumes y siguiéndoles la pista, descubrió un mundo más antiguo, con raíces en el delta del Misisipí: el del blues, que considera “la música más importante del siglo XXI”, con figuras como B. B. King“el mayor embajador del género”, fallecido el pasado mayo y a quien rinde homenaje este sábado con dos conciertos en Jamboree (20.00 y 22.00 horas).

‘The king is gone’, así se titula el recital en alusión a la pieza ‘The thrill is gone’, vuelve a la sala de la plaza Reial tras estrenarse con éxito el pasado verano dentro del Mas i Mas Festival, y lo hace en su mismo formato de septeto, “difícil de mover” pero conveniente para evocar a King con todo su poder y matices. “B. B. se lo merece y, a diferencia de lo que decían The Mothers of Invention, nosotros no estamos en esto por la pasta”, ironiza Casas, que cuenta con el pianista August Tharrats, el bajista Matías Míguez, el batería Eloi López Oltra y una sección de viento integrada por Josep Gomáriz, Pere Enguix ‘Petete’ y Jaume Badrenas. “No somos una banda de ‘covers’ e intentamos dar nuestro aire a ese repertorio para mostrar gratitud a B. B. King”, explica.

TÉCNICA ÚNICA

El corazón del concierto está en ‘Live at the Regal’ (1965), el disco con el que, junto a ‘Live & well’ (1969), Casas descubrió la obra de King. El repertorio cubre diferentes épocas, con énfasis en los años 60, cuando “desarrolló su personalidad, sin sonar a género”. Piezas conocidas y otras “que se apartan del cliché, desde la balada al ritmo ‘funky’, como ‘Hummingbird’ o ‘Help the poor’”, señala el guitarrista y cantante, que vio al astro del blues por primera vez en uno de los dos conciertos que dio en el Palau en 1973 (el que no contó con Miles Davis como invitado sorpresa), y que destaca sus cualidades como instrumentista. “Un toque muy identificable y una técnica única con el ‘vibrato’, moviendo la mano para hacer temblar la nota como si fuera un escarabajo. Soy incapaz de hacerlo como él”, confiesa. 

Casas espera poder grabar con ese repertorio un disco que será el cuarto en apenas un año, tras ‘Pocket concerts’ (con Tharrats y Nono Fernández), ‘Early blues moods’ (con Myriam Swanson) y el último de Pi de la Serra, ‘Dues tasses’, en el que toca y firma la producción. Aunque con los discos “no recuperas la inversión”, es partidario de seguir haciéndolos. “Mi filosofía es: si sacas adelante un proyecto, grábalo para que quede constancia”, indica.

APROBACIÓN DEL REY DEL BLUES

Ante las crisis y las dificultades, más madera: Casas, un músico asociado en el pasado a voces como Big Mama y Loti Lewis, miembro fundador de Tandoori Lenoir, combina recitales en solitario con formatos de dúo, trío y cuarteto, actuaciones con Pi de la Serra y, ahora, estos homenajes a King. En Jamboree buscará la aprobación del rey del blues. “Me gustaría que si estuviese en el público pensara: ‘mira, para ser unos chavales blancos de Barcelona no lo hacen mal’”. 

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