Los mejores discos nacionales del 2015

1. ADRIÀ PUNTÍ 'La clau de girar el taller' (Satélite K)

El disco imposible, que llegamos a temer que nunca veríamos hecho realidad, colmó las altas expectativas acumuladas. Y no era fácil tras el rastro dejado por el elevado ‘Maria’ (2002). Tantas sesiones que no parecían llevar a ninguna parte, tanto material disperso, incompleto, tanta confusión e inseguridad, cristalizan por fin en una obra donde cada pieza cobra un sentido, y que deja abiertos algunos puntos de fuga que la hacen un poco más enigmática. Disco serio y de tendencia recogida, con rock adulto, baladas turbadoras asentadas en el piano y algunas estridencias sonoras asociadas al mundo de la herrería, propio del padre de Puntí.

Esa presencia familiar acompaña las canciones, como ocurrió con ‘Maria’, a través de evocaciones y diálogos imaginarios, con un lenguaje poético de gran riqueza, excepcional en el paisaje de la música en catalán. El material vivencial sensible, no simulado ni impostado, es lo que mueve y levanta estas composiciones sufridas verso a verso, que el exlíder de Umpah-Pah canta con absoluta implicación y un punto de visionario desvarío. Una obra intensa a la que acompaña un hermano gemelo, el disco-libro ‘Enclusa i un cop de mall’, con textos, dibujos, piezas inéditas y versiones alternativas.

2. NIÑO DE ELCHE 'Novelería' (Telegrama Cultural)

Un ‘cantaor’ aliado con el rock de vanguardia, germánico, electrónico y exótico, en una obra rompedora también en el plano lírico, con textos de poetas ubicados en la anticapitalista Poesía de la Conciencia. Acompañado de músicos de Pony Bravo, el Niño sacude al oyente mirando de reojo al clásico ‘Omega’, de Enrique Morente con Lagartija Nick.

3. LA BIEN QUERIDA 'Premeditación, nocturnidad y alevosía' (Elefant Records)

Ana Fernández-Villaverde brindó su canto artesanal al pop electrónico en ‘Ceremonia’ (2012) y ahora sigue el hilo a placer con este compendio de tres ‘maxisingles’ que combinan emotividad melódica, tacto sintético y fondo oscurantista, con puntos de contacto con New Order y The Cure. Las formas pueden hacerse más frías, pero sigue ganando el amor.

4. FRANCISCO NIXON 'Lo malo que nos pasa' (Siesta)

De Australian Blonde a La Costa Brava, y una tercera vida para Fran Fernandez en forma de esteta pop, apuntando a una estética ‘retro’ acolchada y al que ahora se conoce como ‘sonido Costa Fleming’ (Madrid, años 70). Canciones llenas de vida, entresijos cotidianos y coqueteos soul, con Ana Naranjo (Linda Mirada) como estratégica cómplice vocal.

5. NUEVA VULCANO 'Novelería' (BCore Disc)

Guerrillero del hardcore barcelonés desde Aina, en los 90, Artur Estrada se sitúa al frente de este trío que hace evolucionar el género de un modo exclusivo, con contundencia pero sin efectismos, y elaborando soterradas tramas melódicas en paralelo a textos regados con costumbrismo ácido. Vigoroso renacimiento tras pasar seis años en la penumbra.

6. NÚRIA GRAHAM 'Bird eyes' (El Segell del Primavera)

La cantautora de Vic ya comienza a ser noticia por lo brillante de su música y no tanto por su tierna edad (19 años), y su primer disco oficial deja lejos aquellos adolescentes ‘First tracks’. Con Jordi Casadesús (La Iaia) ha construido un sonido de cristalinas capas eléctricas que casa con un pop de alta sensibilidad y que está aquí para quedarse.

7. HIDROGENESSE 'Roma' (Austrohúngaro)

La capital italiana es solo el punto de partida para que el dúo barcelonés bucee en una idea de la antigüedad muy libre, a través de Hollywood (citas a Elizabeth Taylor y Terenci Moix) y abriendo el foco hacia el pasado en general. Su noción del pop integra ritmos de charlestón, imágenes de película y retro-electrónica. Prodigio de imaginación.

8. FERRAN PALAU 'Santa ferida' (Halley-Records)

Tras las tinieblas de ‘Hannibal’, de Anímic, Palau, compositor del grupo junto a Louise Sansom, se decanta a solas por un menú más coloreado, que refuerza los perfiles pop, sobre un fondo folk, respecto a su debut individual, ‘L’aigua del rierol’ (2012). Nueve canciones delicadas e iluminadas, que brindan un nuevo encuadre a la mística de Anímic.

9. ROGER MAS 'Irredempt' (Satélite K)

El trovador de Solsona vuelve a brillar como los grandes de la ‘cançó’ en un disco esencialista y de extremos. Voz y guitarra desnudas, intensidad narrativa y pliegues románticos en íntimo diálogo con inquietantes leyendas ancestrales. Llenando espacios con la más severa austeridad, sin concesiones, en canciones rodeadas por un halo de magia.

10. CHRISTINA ROSENVINGE 'Lo nuestro' (El Segell del Primavera)

La cantautora dulce y sugerente de sus discos de madurez da paso a una versión endurecida, más incómoda, que incorpora sonidos industriales y electrónicos sin desdibujar su inclinación natural por la melodía. También los textos son más áridos y aluden a la edad, la muerte, la indignación colectiva. Rosenvinge, rechazando todo acomodo a los 50.

La lista de mejores discos nacionales del año ha sido elaborada con las votaciones de Jordi Bianciotto, Quim Casas, Juan Manuel Freire, Julián García, Roger Roca y Rafael Tapounet

LA 'SETLIST' NACIONAL DEL 2015