CRÍTICA DE TEATRO

Tragedias de altura en el Lliure

Aitana Sánchez-Gijón en 'Medea' y Camen Machi en 'Antígona' destacan en la trilogía clásica presentada por el Teatro de la Ciudad

Aitana Sánchez Gijón, en una escena de 'Medea',

Aitana Sánchez Gijón, en una escena de 'Medea', / periodico

CÉSAR LÓPEZ ROSELL / BARCELONA

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Nuevos conceptos para volver a las raíces. Teatro de la Ciudad ha pasado por el Lliure como un vendaval creativo con tres tragedias de altura. Miguel del Arco, Andrés Lima y Alfredo Sanzol han mostrado los resultados de su taller conjunto de investigación con la puesta en escena de ‘Edipo’, ‘Antígona’ y ‘Medea’. Un gran proyecto que ha llenado de buenas vibraciones a un público, curioso y a la vez impresionado por la radical revisión de estos textos de la antigüedad clásica.

'ANTÍGONA'

La exhibición del trabajo que ha unido a directores, escenógrafos e intérpretes de relumbrón, ha ofrecido dispares pero interesantes resultados. Cuando tras la función del sábado de ‘Antígona’, el público puesto en pie aclamó reiteradamente a los protagonistas de la función que cerraba el ciclo, la sensación generalizada es que la experiencia había valido la pena.

La versión libérrima que Miguel del Arco ha hecho de esta pieza de Sófocles se ha erigido como la mejor resuelta de las obras presentadas, tanto desde el ritmo del espectáculo, expuesto con una nitidez y elegancia coreográfica excepcionales, como desde el de la tensión del enfrentamiento entre Creonte y Antígona.

Una gran esfera que cuelga del telar, que es a la vez luna premonitoria, vigilante Gran Hermano y cárcel, preside la impactante escena. En este montaje, el personaje del rey de Tebas lo encarna una imponente Carmen Machi, quien desde la óptica femenina da una más dramática perspectiva a su rol. La ‘reina’ colisiona con Antígona (sutil Manuela Paso), sobrina y novia de su hijo Hemón (rotundo Rafael Prieto), porque la joven decidió enterrar a su hermano Polinices contraviniendo la ley. Creonte la condena a muerte por haber rendido honras fúnebres a un traidor.

El dolor de la madre, que será testigo del suicidio de su hijo tras la muerte de la heroína de la tragedia, saldrá a la luz con la potencia desgarradora de Machi. El suceso le hará ver, por fin, el error de su obcecación en aferrarse a las razones de Estado por encima de los valores religiosos y familiares. Magnífico el papel del coro y el de otros personajes como el de Ismena (Àngela Cremonte) y Tiresias (Cristóbal Suárez), quien intenta hacer ver a Creonte que su soberbio ejercicio del poder le lleva a la sinrazón de la aplicación de las leyes.

'MEDEA'

Estremecedora Medea la de Aitana Sánchez-Gijón en el montaje que de la versión de la tragedia ha hecho Andrés Lima. El desgaste físico y psíquico de la actriz es tan intenso como loable, pero quizás no se ha modulado suficientemente los excesos de dicción. Semidesnuda, llena de fango, agitada y totalmente ida clama la intensidad de su drama y muestra a su personaje enajenado hasta el límite capaz de matar a sus propios hijos a causa de una obsesión destructora al perder el amor de Jason.

Pero Lima, quien interpreta con solvencia a varios personajes (Jasón, Creonte y corifeo), ha sabido crear un entorno que es tan importante como el trabajo de la protagonista. Muy relevante en la producción es la banda sonora original de Jaume Manresa, recreada por la envolvente y cálida voz de Joana Gomila (violoncelista y también corifea), el solista Joan Roca y la grabación de Coro de Jóvenes de Madrid. Contribuye a crear la tensa atmósfera de un relato que cuenta con un aterrador vídeo de sombras infantiles de Miguel Ángel Raió.

'EDIPO REY'

Clara, sencilla y directa es la versión que Alfredo Sanzol ha ideado para ‘Edipo Rey’. Con el punto de partida de una mesa en la que se sientan los personajes de la obra, el director edifica una tragedia familiar a la que le sobra estaticismo pero que resume bien el alcance del drama de un monarca que para salvar a una ciudad se acaba hundiendo.

La necesidad de saber la verdad y el imposible control del destino le llevarán a una fatal conclusión: mientras investiga un crimen descubre que él es el asesino de su padre y el amante de su madre. Juan Antonio Lumbreras brilla en el personaje protagonista y Paco Déniz (Creonte), una gran Elena González (Tiresias), Natalia Hernández y Eva Trancón completan el reparto de este didáctico montaje.

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