ANIVERSARIO DE UN CLÁSICO DE LA HISTORIETA

Snoopy no se jubila a los 65

El mítico beagle creado por Schulz y compañero de Carlitos celebra años con un libro homenaje y un filme de animación en 3D

ANNA ABELLA / BARCELONA

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65 años equivalen a 450 en la vida de un perro, pero el pequeño beagle creado en 1950 por Charles M. Schulz (1922-2000) celebra este aniversario desbordando vitalidad y sin pensar en la jubilación. Un libro-homenaje, 'Los tesoros de Snoopy' (Planeta Cómic), acaba de llegar a las librerías; luce desde noviembre en una estrella en el paseo de la Fama de Hollywood; y junto a Charlie Brown y toda la pandilla -Lucy, Linus, Sally…- protagoniza ‘Carlitos y Snoopy. La película de Peanuts’, que se estrenará en España el 25 de diciembre, dirigida por Steve Martino ('Ice age') y con guion del hijo y el nieto de Schulz. 

La primera tira de la legendaria serie se publicó en la prensa estadounidense el 2 de octubre de 1950. Solo dos días después debutaba al lado de Carlitos el mítico beagle, pero según el autor de 'Los tesoros de Snoopy', Nat Gertler, “aunque era un perrito muy mono” aún no era el “adorable icono” que conocemos hoy: “no caminaba, no pensaba ni llevaba un casco de aviador". Su vida interior emergiría en 1952, con el primer globo de pensamiento. De hecho, hasta los años 60 Snoopy tenía una visible mancha negra en el lomo (que luego casi no se vería) y caminaba a cuatro patas; a partir de entonces lo haría como un humano.  

EL MÁS FAMOSO ESCRITOR

Pronto adquirió protagonismo junto a Carlitos -para él “el niño de la cabeza redonda” que le cuida y le da de comer- y fantasearía, sin moverse del tejado de su omnipresente caseta, con ser el As de la aviación de la primera guerra mundial (debuta como tal el 10 de octubre de 1965) derribado una y otra vez por el ‘auténtico’ Barón Rojo; el astronauta que pisó la Luna en 1969, meses antes que Neil Amstrong (hasta allí tiene un cráter con su nombre), o el más famoso escritor, que teclea en su máquina de escribir la primera frase de una obra maestra: “Era una oscura y tormentosa noche” (que Schulz ‘robó’ de la novela ‘Paul Clifford’, del novelista británico del siglo XIX Edward George Bulwer-Lytton, que inventó frases como “La pluma es más poderosa que la espada”, que aparece también en las tiras).   

{"zeta-legacy-despiece-vertical":{"title":"Primeros perros, primer dibujo","text":"El embri\u00f3n del legendario personaje se gest\u00f3\u00a0en 1936. En la familia del peque\u00f1o Schulz hubo un primer perro,\u00a0Snooky, una Boston terrier que muri\u00f3 atropellada. Luego lleg\u00f3\u00a0Spike, un perro de caza\u00a0cuyo aspecto y temperamento inspiraron al futuro dibujante, con una vocaci\u00f3n que ya despuntaba en la escuela. El avispado Spike reconoc\u00eda hasta 50 palabras y cuando Schulz jugaba con sus amigos en la nieve el perro atrapaba su gorro y hu\u00eda con \u00e9l. As\u00ed que su padre, Carl, decidi\u00f3 enviar una descripci\u00f3n de las aventuras de Spike a la secci\u00f3n de cosas ins\u00f3litas del peri\u00f3dico 'Ripley\u2019s Believe It or Not!', que la public\u00f3 acompa\u00f1ada de un dibujo de la mascota hecho por el joven Schulz, a quien la familia apodaba entonces\u00a0Sparky, (como tributo a Spark Plug, un caballo de la tira c\u00f3mica 'Barney Google')."}}

El libro de Gertler, con contenidos extras -un póster, un adhesivo, un punto de libro, un banderín o reproducciones de originales de Schulz-, recorre anécdotas y curiosidades de Snoopy, un afamado deportista, como su creador, que tanto le da a la pelota, el palo de golf o practica el béisbol, el tenis, el ‘footing’ y patina sobre hielo o hace surf (sobre la tabla está en agosto de 1965, en bañador rojo y gritando “cowabunga”, intentando impresionar a su exnovia, que pasea en bikini con un golden retriever).

DE SNIFFY A SNUPI

El primer nombre que Schulz pensó para Snoopy fue Sniffy, pero cambió de idea al descubrir en el quiosco un cómic con un perrillo marrón llamado igual. Entonces recordó que su madre, ya fallecida, había dicho que si un día tenían otro perro le llamarían Snupi, que en su país de origen, Noruega, era un término cariñoso. De ahí, Snoopy. Sin embargo, su diminuto amigo Woodstock, el pequeño pájaro amarillo, tardó cuatro años en tener nombre, hasta que el dibujante se inspiró en el logo de una paloma sobre una guitarra del famoso concierto hippie de 1969.

Todo un capítulo merece su inseparable caseta, que le sirve igual de oficina, avión de caza, campo de golf o escritorio. La primera vez que se le vio sobre ella fue el 11 de diciembre de 1951, aunque no dormiría sobre su tejado hasta siete años y un día después. Nunca volvió a hacerlo dentro, lloviera o nevara. Jamás vimos su interior pero sí supimos, cuando ardía en la viñeta del 19 de septiembre del 1966, que dentro guardaba discos, libros y hasta un cuadro de Van Gogh. Un incendio había reducido a cenizas el estudio de Schulz.