ANIVERSARIO DE UNO DE LOS EQUIPAMIENTOS FUNDAMENTALES DE LA CIUDAD

Macba, 20 años de luces y sombras

El museo de arte contemporáneo de Barcelona cumple dos décadas sumido en un intenso debate sobre su modelo

El edificio del Macba abrió hace 20 años en el Raval.

El edificio del Macba abrió hace 20 años en el Raval.

NATÀLIA FARRÉ / BARCELONA

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El Museu d’Art Contemporani de Barcelona (Macba) cumple este sábado 20 años. Un aniversario de perfil bajo ­­-sin fastos institucionales pero con jornada de puertas abiertas- porque llega en mal momento. El 2015 no ha sido una buena añada: en julio falleció Leopoldo Rodés, gran impulsor del proyecto; y antes, en marzo, hubo crisis, la generada por la retirada, con rectificación posterior, de la ya famosa escultura del rey Juan Carlos siendo sodomizado de la exposición 'La bestia y el soberano'. Muestra que, dicho sea de paso, ha sido designada como la mejor del año por la sección alemana de la Asociación Internacional de Críticos de Arte (AICA). El amago de censura acabó con la dirección de Bartomeu Marí, que tuvo que dimitir, e impulsó un intenso debate en torno al modelo del museo y su supuesta obligada redefinición. Y así, en plena discusión, llega el redondo aniversario.

La crisis y el debate en el Macba no son nuevos, forman parte de su ADN. Solo hay que mirar la hemeroteca para recordar que su gestación no fue fácil. “No todo el mundo apostaba por crear un museo de arte contemporáneo en Barcelona. La situación era muy compleja con una política muy diversificada y unas instituciones con visiones diferentes. El solo hecho de su creación ya fue una victoria”, afirma Daniel Giralt-Miracle, el que fue su primer director y también primera víctima. Giralt-Miracle no inauguró el museo. La discusión sobre qué modelo debía seguir el centro se lo llevó por delante. Pero no muestra rencor: “Hace 20 años pusimos Barcelona al día en las corrientes internacionales del arte emergente”, sostiene. Pero para ello se tuvo que contar con la Fundación Macba, la institución privada creada por Leopoldo Rodés con el cometido de comprar obras para la colección del centro. El resultado fue y es un museo público –Ayuntamiento, Generalitat y Ministerio de Cultura- con una colección privada. Y un consorcio público-privado ahora en entredicho.

Injerencias en la gobernanza

Es un modelo que “ha generado un parásito que es la fundación, entidad que no sufre ningún control por parte de las instituciones públicas y que lo que hace es ir a la suya”, denuncia Joan M. Minguet, director de la Associació Catalana de Crítics d’Art (ACCA). Motivo por el cual de estos 20 años hace “un balance de luces y sombras. Las sombras son claras cuando tres de los cuatro directores que ha tenido la institución han salido por la puerta falsa. Es un indicador claro de un problema estructural de base que no se ha sabido solucionar”. Una clara alusión a la acusación que se ejerce sobre la fundación de injerencia en la gobernanza del museo. Algo que Marí niega: “Siempre he trabajado con total libertad”.

Para el exdirector ahora el reto del Macba es otro: “Es un museo con una extraordinaria repercusión internacional y en cambio su entorno social, que es el que paga, aún no lo ha descubierto”. Criterio que comparte y amplia Nora Ancarola, de la Plataforma d’Artistes de Catalunya: “No se articula con el contexto. Ni con la ciudadanía ni con el sector profesional. No se nos ha consultado nunca, y el tejido cultural y artístico no tienen reflejo dentro”. Minguet va más allá: “Ha cuidado más a los de fuera que a los de dentro bajo la idea de huir del provincianismo y ha caído en el más provincianismo posible que es el de que todo los de fuera son buenos y los de dentro no tienen nivel”. El nuevo director Ferran Barenblit, con solo siete semanas en el cargo,  evita la polémica: “A mí lo que me interesa es pensar que el museo es una institución pública al servicio del progreso social y capaz de generar pensamiento crítico”.

Acercamiento al sector

Berta Sureda, la comisionada de cultura del Ayuntamiento, administración de referencia del Macba, sí ha recogido el guante del sector y ha optado por incluir, recientemente, a tres representantes vinculados al mundo artístico, académico y del territorio en el Patronato del museo. Aunque afirma que “hay que ir todavía más lejos y hacer el museo permeable a todos”. Propuestas para ello hay muchas y variadas: el artista Perejaume reflexiona sobre la posibilidad de “hacer el museo más pequeño para poder volver a arrancar, poco a poco, y crear un museo verdaderamente público y creativo”. Y los hay de más radicales, como el polifacético Carlos Pazos que propone “dinamitarlo para empezar de nuevo. Cerrar y pensar sin nos hace falta un museo de arte contemporáneo con las consecuencias que esto comporta para llevarlo a cabo. Hablo de libertad y dinero”. Son los 20 años del Macba. “Y lo mejor está por llegar”, sostiene Barenblit.