La oda teatral de Oriol Broggi

Una apuesta arriesgada y valiente. Oriol Broggi ha sido fiel a esas palabras con las que presenta 'Al nostre gust',  que abre la temporada de La Perla 29. La obra sigue la senda de colaje que ya plasmó en el aplaudido '28 i mig', su mirada al mundo de Fellini. Y lo hace ahora dando otra vuelta de tuerca que plantea incluso un desafiante juego al público. La pieza está tejida en una agitada dramaturgia, sin hilo conductor al uso, de la que brotan autores y referencias del gusto de Broggi.

Shakespeare, por encima de todos, Chéjov, Ibsen, Lorca, De Filippo, Mouawad, Espriu… Y muchos más. Los favoritos del director ponen a prueba al espectador más ilustrado. No es esa, ni mucho menos, la intención. Sería absurdo y precisaría casi de un manual de instrucciones. El director quiere acompañar a su audiencia durante un copioso y personal viaje teatral fundamentado en el actor y la palabra.

 “Se han de encontrar formas nuevas”, se dice en 'Al nostre gust'. Y bien que las persigue su responsable, aunque con desarrollo irregular. El arranque resulta, por ejemplo, solemne en exceso y los actores parecen acartonados; por lo menos la noche del estreno. La entrada en el bosque de Arden (el escenario shakesperiano de la comedia 'Como gustéis') da vuelo y aire cómico al montaje.

Una tripulación de primera

Es el pistoletazo de un festín que, cómo no, tiene momentos más inspirados que otros. Un banquete escénico, toda una oda al teatro, llamado a convocar a espectadores muy 'teatreros', y a aquellos que disfrutan de esa energía tan especial que se mueve por la Biblioteca y en los espectáculos que llevan el sello de Broggi. Esta vez, con una escenografía desnuda, tan de Peter Brook, otro de los faros del director. Aléjense, por lo tanto, aquellos que buscan menús teatrales de fácil consumo.

El viaje que propone 'Al nostre gust' precisa de una tripulación de primera como la que integran Laura Aubert, Jordi Figueras, Toni Gomila, Montse Vellvehí, Ernest Villegas y Ramon Vila. Figueras y Gomila son los reyes de la función, pero ojo con la vis cómica de Villegas, por ejemplo en su canción a lo Tom Waits ataviado con un tutú.