nueva aventura del héroe creado por ian fleming

Licencia para durar

■ Spectre en los cines

RAFAEL TAPOUNET / BARCELONA

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A mediados de enero del 2007, poco después del estreno de Casino Royale, Casino Royalela entrega número 21 de la serie de películas consagradas a las andanzas del agente 007, una cincuentena de académicos de diversos ámbitos -sociólogos, antropólogos, historiadores, filósofos, semiólogos...- se reunieron en París para participar en un simposio organizado por la Biblioteca Nacional de Francia con el fin de llevar a cabo una aproximación «científica» al personaje de James Bond. No por casualidad, buena parte de las ponencias presentadas en esas jornadas buscaban desentrañar, desde múltiples disciplinas y enfoques, el secreto de la perdurabilidad del espía creado por Ian Fleming en 1952. Más de seis décadas después de su aparición en las páginas de la novela Casino Royale, la persistencia de Bond se ha convertido en uno de los aspectos más fascinantes -si no el que más- del empleado más ilustre del servicio de inteligencia británico. 007 no solo ha sobrevivido a sus enfrentamientos con villanos de la calidad y el carisma del Dr. No, Goldfinger, Blofeld, Scaramanga, Max Zorin o Le Chiffre, sino que también ha superado, y esto es lo verdaderamente milagroso, la guerra fría, la crisis del petróleo, la caída del Muro de Berlín, los atentados del 11-S y la era de internet. En Spectre Bond contrapone sus antiguos métodos al poder casi omnímodo que proporcionan hoy en día la vigilancia cibernética y el tráfico de datos. Y, a juzgar por los primeros resultados en taquilla, vuelve a ganar.

En su estreno en el Reino Unido, la semana pasada, la última película de Bond barrió literalmente el anterior récord de taquilla, que obraba en poder de Harry Potter y el prisionero de Azkaban desde hacía 11 años. 57,8 millones de euros recaudados por 007 frente a los 33,4 millones que obtuvo en su momento el tercer largometraje del niño mago. Las cifras tienen algo de truco, porque tanto Spectre como El prisionero de Azkaban llegaron a las pantallas británicas en un lunes, por lo que sus estrenos se prolongaron durante toda una semana (y, en ambos casos, con varios días festivos de por medio). Pero, aun así, el primer impacto del nuevo Bond ha sido incontestable.

Claro que los productores de la película no podían contentarse con menos. Con un presupuesto de 230 millones de euros, más otros 92 millones destinados a márketing y promociónSpectreSegún directivos de la industria del cine citados por Variety, la película deberá recaudar cerca de 600 millones de euros para generar beneficios reales. Es una cifra que en toda la historia apenas han conseguido alcanzar unos 80 largometrajes. Y entre ellos, solo hay un título de la serie Bond. El número 23. Skyfall.

La sombra de 'Skyfall'

El fenomenal éxito de Skyfall (no solo en taquilla; la crítica se rindió a sus virtudes y la incluyó rápidamente en el cuadro de honor de las mejores películas de toda la saga) es el verdadero espectro al que han tenido que enfrentarse el director Sam Mendes (en su segundo trabajo para la franquicia de 007) y el actor Daniel Craig (que se enfunda por cuarta vez el esmoquin del agente con licencia para matar) a la hora de poner en pie la nueva aventura bondiana. Y, conscientes del enorme riesgo que suponía intentar ir mucho más allá en la exploración de la torturada personalidad del espía (de la que Skyfall aportaba claves casi psicoanalíticas), plantearon su continuación como un homenaje al universo de 007, con citas más o menos explícitas a algunos de los momentos más memorables de la serie.

Ello le da a Spectre un cierto aire de fin de ciclo. Una impresión que se ve, además, reforzada por unas declaraciones que Craig hizo tras el rodaje y en las que aseguró que no pensaba volver a actuar al servicio de Su Majestad (declaraciones que ha matizado posteriormente). La posibilidad de que la etapa Craig haya llegado a su fin ha desencadenado un sinfín de especulaciones sobre quién podría ser el próximo Bond (en las quinielas, los nombres de Tom Hardy, Damian Lewis, Idris Elba y Henry Cavill). E incluso ha estallado una pequeña polémica después de que Roger Moore afirmara que 007 «jamás podrá ser mujer o gay». Probablemente se equivoca. Cabría recordarle el título de una de las ponencias presentadas en aquel simposio de París: 007, un héroe que se adapta. 

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