Mathias Enard, premio Goncourt a un Oriente sin tópicos

El escritor francés, autor de 'Boussole', ha vivido en Barcelona desde el 2000

Mathias Enard, rodeado de periodistas en París

Mathias Enard, rodeado de periodistas en París / THOMAS SAMSON / APF

EVA CANTÓN / PARÍS

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Mathias Enard (Niort, 1972), escritor francés residente de forma intermitente desde hace 15 años en Barcelona, donde dio clases de árabe en la UAB, se ha hecho con el  premio más prestigioso de las letras francesas, el Goncourt, por su novela Boussole (Brújula), editada por Actes Sud. Una obra ambiciosa basada en sus recuerdos de infancia que sumerge al lector en las ensoñaciones opiáceas de un musicólogo vienés prendado de Oriente y le lleva a descubrir a través de pintores, escritores y viajeros el diálogo que se establece con Occidente. Tiene también referencias a la trágica realidad que sufren los sirios y, en general, los pueblos de Oriente Próximo sumidos en la violencia, a quienes Enard ha dedicado la novela.

«Es un diálogo entre culturas, algo muy actual, desde la reflexión y también desde la imaginación», resume en declaraciones a EL PERIÓDICO. Orientalista diplomado en persa y árabe, Enard, que además de francés habla castellano y catalán, conoce, como el narrador de Boussole, Estambul, Palmira, Alepo, Damasco o Teherán. Ha vivido en Siria y Líbano y el proyecto de la novela ayer coronada con el Goncourt le llevó dos años a Berlín. Como en Zona (2008), donde cada página equivale a un kilómetro del trayecto de tren entre Milán y Roma, Boussole es una sucesión de viajes,  esta vez sin salir del espacio de una habitación.ç

El viaje

«Ahora me doy cuenta de que en casi todos mis libros el viaje es un personaje central. Pero eso no lo sabía antes de escribirlos. Viene casi como una casualidad», explica. Otro de los objetivos de la novela, repleta de erudición, es luchar contra la imagen estereotipada de un Oriente musulmán enemigo de Occidente. «Los europeos vemos las atrocidades cometidas en Siria o en Oriente Medio con horror, pero también un iraquí o un yemenita lo considera espantoso». El autor de La perfección del tiro (2003) premio de los Cinco continentes de la Francofonía; Remontar el Orinoco (2005); Zona (2008); Háblales de batallas, reyes y elefantes (2010) premio Goncourt de los Institutos, y Calle de los Ladrones (2012), novela que se desarrolla en Barcelona y en catalán se tituló Carrer Robadors, competía con el franco-tunecino Hédi Kaddour y su novela Les Prépondérants; Nathalie Azoulai con Titus n'aimait pas Bérenice y el psiquiatra Tobie Nathan, autor de Ce pays qui te ressemble.

El anuncio del premio ha seguido un caótico ritual ya clásico que tiene como escenario la escalera que conduce al primer piso del Restaurante Drouant de París, donde delibera un jurado de diez miembros, seis de los cuales optaron por Enard en primera votación, y que agolpa a la prensa en torno al afortunado. «Es algo muy sorprendente, un premio muy importante que seguro que cambia el destino del libro y es como un gran faro sobre un escritor», ha dicho a este diario Enard, que toma el relevo de Lydie Salvaire, hija de republicanos de origen catalán que, contra todo pronóstico, se hizo en el 2014 con la distinción gracias a No llorar, un relato con el telón del fondo de la guerra civil, en el que mezclaba el francés y el español para recrear la voz de su madre. Boussole se publicará en España en el 2016, en castellano por Random House y en catalán por Empúries.