Daniel Sánchez Arévalo: «Me gusta ser el niño bueno y eso desgasta mucho»

El director de cine queda finalista con la novela 'La isla de Alice'

El director de cine y escritor, Daniel Sánchez Arévalo.

El director de cine y escritor, Daniel Sánchez Arévalo.

ELENA HEVIA / BARCELONA

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Cuenta el realizador de la película AzulOscuroCasiNegro que al haber quedado finalista con su primera novela para adultos -ya tenía en su haber una juvenil y otra breve- se sintió muy arropado, como en un caluroso abrazo de bienvenida. En La isla de Alice, la mujer del título busca la verdad sobre el oculto pasado de su marido, recientemente fallecido.

-¿La noche del Planeta se sintió alegre o presionado? 

-Pues más bien lo segundo. Porque me gusta complacer a la gente, ser el niño bueno y eso desgasta mucho. En el fondo soy un tipo un poco obsesivo y fóbico.

-Esta novela empezó como guion. ¿Cuándo empezó a transformarse? 

-Al darme cuenta de que no podía contar lo que quería en dos horas, que necesitaba seguir el viaje emocional de Alice, más difícil de mostrar con imágenes.

-¿Es exactamente un thriller?

 

-A mí me gusta la mezcla de géneros. Obviamente hay un misterio a resolver y más vale que el lector quede satisfecho con la resolución. Pero también es una novela intimista y un drama costumbrista.

-Sucede en Estados Unidos pero ¿podría haber ocurrido en otro lugar?

 

-En España, no, desde luego. Aquí somos más directos. Yo he vivido muchos años en Estados Unidos y me fascinaba esa especie de pulcritud y superficialidad que tienen, donde todo en apariencia es fantástico. La acción ocurre entre Martha's Vineyard y Nantucket.

-El pijerío de Boston, vamos.

 

-Sí, es una zona de clase alta. Y los paisajes son los de Edward Hopper. Allí visité todos los faros que él pintaba y que se han filtrado en la novela.

-También habla de cómo las nuevas tecnologías están transformando los límites de nuestra intimidad.

-Es que vivimos en una sociedad muy paranoica y en Estados Unidos más. Allí todo está plagado de cámaras de seguridad. Eso me fascinaba.

-Pero usted es asiduo a las redes sociales. 

-Sí, tengo Twitter. Tenia 70.000 seguidores, pero esta mañana me he levantado con 85.000. Muchas veces sueño con dejarlo durante seis meses. No lo he conseguido.