'Diada' de difuntos en Tàrrega

CRÓNICA Los mexicanos Vaca 35 recuerdan en una obra a sus muertos entre fogones

La compañía mexicana Vaca 35 recrea en FiraTàrrega el ritual de la fiesta de los muertos.

La compañía mexicana Vaca 35 recrea en FiraTàrrega el ritual de la fiesta de los muertos.

IMMA FERNÁNDEZ / TÀRREGA

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Este viernes, mientras la Meridiana barcelonesa acogía el mayor espectáculo de calle de Catalunya, Tàrrega convocaba a cientos de personas en una Diada de «rarillos», como contaba una espectadora, dispuestos a vivir otras fiestas muy distintas. Las hubo para todos los gustos y edades. A mediodía, al tiempo que una desbandada de locales se subía a una docena de autobuses con el lema Via lliure a la independència.. en sus camisetas, empezaron a verse los primeros corrillos alrededor de artistas espontáneos o del programa oficial en las plazas y calles de la capital del Urgell, más transitables que en ediciones precedentes.

Bajo el título Cuando todos pensaban que habíamos desaparecido, la compañía mexicana Vaca 35, que sorprendió hace dos años con su apabullante versión de Las criadas de Jean Genet, invitó a un ritual gastronómico alrededor de su díade los muertos, una fecha (el 2 de noviembre) muy celebrada en su país. «Es la fiesta mayor de México. Una mezcla de lloradera, baile, borrachera, comida...», explica el director, Damián Cervantes, que quiso un reparto mestizo con los catalanes Jorge-Yamam Serrano y Cristina Gámiz, de TeatrodeCerca, presentes también en la feria con Camargate.El ritual, que llegará en octubre a La Villarroel, empieza con los actores cocinando los platos que mejor aprendieron de sus familias, y que el público degusta al final. Cantan, bailan e invocan a los que la «zapatona, la huesuda», se llevó. A sus padres, abuelos, fusilados en guerras, asesinadas... Todo lo que cuentan es real, y salpican al personal con emotivos recuerdos. Hay ingredientes humorísticos, escatológicos, una violenta pelea entre los mexicanos y los catalanes compitiendo por la pobreza de sus países, flamenco y un poema final de Jaime Sabines dedicado a los que desaparecieron pero siguen presentes. «... En una casa ventilada, con música y agua corriente, al menos dos o tres se levantarían», recita.

La danza, otro de los platos fuertes de FiraTàrrega, cuenta este año con una destacada propuesta de baile urbano fruto del acuerdo logrado, para el intercambio de artistas, por el director de la feria, Jordi Duran, y la responsable del festival Summerstage de Nueva York, Monique Martin. El senegalés Ousmane Omari Wiles -que combina la danza tradicional africana, con el house y el street jazz- y la neoyorquina Ephrat Asherie -hip-hop y vogue- cautivaron con sus breves solos y un dueto que volverán a representar hoy en el Urban Nation, que también acoge la performance pictórica de Quim Moya y una pieza de Dani Pannullo.

También impactaron las extenuantes coreografías de Sharon Friedman (Caída libre) y Los cuerpos, del dúo argentino Cortez-Fontán. Este último, un ejercicio de extrema animalidad y de una erótica bestial surgida del choque y la insólita fusión de sus cuerpos, como cuando evolucionan el uno con su boca enganchada al talón del otro. Brutal.