NOVEDAD DISCOGRÁFICA

Pop en las nubes

Beach House publican este viernes el esperado «Depression cherry», nueva colección de maravillas ensoñadoras

Beach House, en una imagen promocional de 'Depression cherry'.

Beach House, en una imagen promocional de 'Depression cherry'. / periodico

JUAN MANUEL FREIRE / BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El título del nuevo disco de Beach House, Depression cherry, algo así como Cereza depresión, puede llevar a cierto engaño. Porque este ya quinto álbum del dúo de Baltimore -el lanzamiento musical, este viernes, más importante de la semana- resulta tan elevador para el alma como los anteriores. Quien encontrara un refugio en discos como Teen dream (2010) y Bloom (2012), obras clave del reciente pop alternativo, no se verá decepcionado. Estas nuevas canciones sanan, curan y fortalecen.

El equipo formado por Victoria Legrand (sobrina del gran compositor de cine Michel Legrand) y Alex Scally ha enganchado en los últimos años a un puñado de oyentes a su pócima mágica de pop ensoñador, hecha de guitarras lánguidas pero centelleantes, teclados con algo eclesiástico, melodías como himnos y ritmos de simpleza efectiva. Son ya bastante famosos, pero no tanto como se merecen; quizá por su reticencia a licenciar canciones al mejor postor.

Depression cherry no será el disco que cambie su estatus popular. Será adorado por los fans de siempre, pero difícilmente les servirá para abrirse nuevos caminos comerciales. Ellos tampoco parecen preocupados. En nota de prensa explican cómo «con el éxito de Teen dream y Bloom, los grandes escenarios y las grandes salas nos llevaron naturalmente a un lugar más agresivo; lejos de nuestras tendencias naturales. Aquí, nos dejamos a nosotros mismos evolucionar al tiempo que ignoramos el contexto comercial en que existimos».

Visita a Apolo en noviembre

En lugar de buscar el hit espectacular, apto para Hollywood, Beach House han vuelto un poco al minimalismo de su debut homónimo del 2006. Pero hay también pasos en nuevas e inesperadas direcciones, como el spoken word al estilo Shangri-Las que abre PPP -desde ya, uno de sus mejores temas-, la ruidosa guitarra en el estribillo del single Sparks o el coro de seis voces del que echan mano en una final Days of candy como pensada para catedrales.

Los fans se conformarán con escucharla en la sala Apolo (20 de noviembre).