El Ayuntamiento de Barcelona reabre el debate sobre la ubicación de la Setmana del Llibre en Català

ERNEST ALÓS / BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La larga peregrinación de la Setmana del Llibre en Català (Drassanes, plaza de Catalunya, Sant Cugat del Vallès, Ciutadella) parecía que había acabado, con sus casetas de madera ocupando la avenida de la Catedral cada primera semana de septiembre desde hace tres años. Los organizadores tenían tan claro que ese era su destino definitivo que recientemente han concedido la organización del evento del 2016 al 2018 a la empresa Focus, que ha ganado el concurso con unas nuevas casetas diseñadas expresamente que hacen juego con el vecino mercado de Santa Caterina. Sin embargo, en la presentación de la edición del 2015, el teniente de alcalde Jaume Asens ha reabierto un tema que parecía cerrado: no ha garantizado la continuidad de la Setmana en la avenida de la catedral más que para este 2015 y ha anunciado que se abrirá un debate para decidir cuál será la ubicación en el futuro.

"De cara al año próximo se hablará con todos los actores para ver si sigue aquí. Está abierto a consultas, en función de los resultados de esta edición. Queremos escuchar otras propuestas y someterlas a la consideración de todos los agentes. Probablemente seguirá, pero queremos plantear las distintas alternativas y decidir de forma regulada y consensuada", ha expuesto Asens.

Aunque el Institut de Cultura de Barcelona participa junto con otras instituciones en la comisión organizadora de este certamen de la Associació d'Editors en Llengua Catalana, la decisión sobre la el espacio corresponde al distrito de Ciutat Vella. En su día, fue el distrito del Eixample el que decidió desalojar a la Setmana de la plaza de Catalunya, y el de Ciutat Vella durante el último mandato socialista el que prefirió la Ciutadella a la Catedral para evitar aglomeraciones en el centro.

Para la organización de la setmana, la avenida de la Catedral es la localización idónea "porque las publicaciones en catalán sufren de falta de visibilidad" y es precisamente esta ubicación céntrica la que hace que queden a la vista de los paseantes, y no solo de los visitantes exprofeso como sucedió en la Ciutadella.

En septiembre

La directora de la comisión organizadora de la Setmana, Montse Ayats, la ha definido como una "feria-festival de la lectura en catalán" que en los últimos años pretende convertirse en la semana de la rentrée literaria de otoño, concentrando dentro de lo posible en esas fechas (este año, del 4 al 13 de septiembre) lanzamientos y presentaciones de novedades de la temporada (este año, las de Rafel Nadal, Najat el Hachmi, Miquel Adam, Miquel Puig, Pau Vidal, Muriel Barbery y Gerbrand Bakker, entre otros). 

Desde el punto de vista comercial, la semana favoreció ventas por valor de 240.000 euros, con un presupuesto organizativo de 360.000 euros. Este año Ayats espera un aumento de la facturación, por la mejoría de la situación económica y por el incremento de la participación de librerías y editoriales, que pasarán a ocupar 59 módulos, en lugar de los 50 del año anterior, y de actividades, que pasarán de 230 a 260. En la feria participarán 105 sellos editoriales y 16 librerías, y por primera vez después de cuatro años regresará la Associació d'Editors del País Valencià. 

Premi Trajectòria

En el marco de la Setmana, desde el año 1997 se ha entregado el Premi Trajectòria, en que se reconoce a una persona vinculada al mundo de la cultura que haya destacado en la creación o divulgación de la literatura catalana. En la rueda de prensa de hoy se ha hecho público que el próximo 10 de septiembre serán dos periodistas culturales recientemente jubilados, Lluís Bonada Rosa Piñol, los galardonados en esta edición.