Lambchop: «Ahora mismo vivimos una gran época para la música»

La reputada banda de country alternativo actúa el viernes en la sala Barts, dentro del Grec

Lambchop, en una imagen promocional, con su líder, Kurt Wagner, en el centro, con gorra.

Lambchop, en una imagen promocional, con su líder, Kurt Wagner, en el centro, con gorra.

JUAN MANUEL FREIRE / BARCELONA

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Lambchop son unos clásicos alternativos, o del country alternativo, para ser precisos, aunque su música muta de un disco a otro y escapa a clasificaciones. Solo permanece la voz de Kurt Wagner, barítono admirable, quietamente emotivo. Hablamos con el líder antes de su directo del viernes en la sala Barts (21.00 horas), en el programa del Grec.

-¿Cómo se explican el notable éxito de Lambchop por estas tierras? 

-No nos lo explicamos. Pero el caso es que, desde nuestro primer concierto, allá por los 90, en Barcelona, en este país nos han recibido siempre con los brazos abiertos.

-Señor Wagner, ¿van a tocar canciones nuevas en esta gira?-No vamos a tocarlas todavía. Las estamos preparando. Tenemos de vuelta a William Tyler [guitarra], así que aprovecharemos para tocar temas de discos en los que él estuvo, como el díptico Aw c'mon/No you c'mon (2003) y Damaged (2006). También tocaremos canciones de los 90. Un poco de todo.

-¿Y algo del proyecto electrónico HeCTA, que acaba de desvelar? (Es Wagner con otros dos Lambchop: Ryan Norris y Scott Martin).

-Queremos mantener a HeCTA como algo separado de Lambchop. No serán proyectos que se superpongan. Pero quizá usemos en Lambchop algunas ideas surgidas durante el trabajo en HeCTA.

-¿Es cierto que la stand-up comedy ha influido en HeCTA?

-Me inspiró mucho un monólogo de Buddy Hackett sobre perder peso. Pensé que daría para un buen tema de baile. Es un cómico algo obscuro, quizá desconocido fuera de EEUU.

-¿Qué cómicos son sus favoritos?-Uf, hay tantos. Me empecé a aficionar a través del canal Comedy Central, que emite muchos monólogos. Algunos de esos tipos son increíbles, como Steven Wright, un genio. Para mí la comedia es una forma de arte, y muy difícil. Esa gente te dice cosas concisas que resuenan muchísimo.

-Lambchop parece sinónimo de melancolía. Pero, ¿no ha habido siempre humor entre líneas?

-El humor ha sido, desde luego, una parte importante en Lambchop. Sirve para dar fuerza a las canciones.

-¿Sigue dándole a la pintura?-Lo hacía hasta hace poco, sin parar. Pero entonces nos decidimos a hacer otro disco de Lambchop y a dar conciertos, y no puedes con todo....

-Colaboró con una gran cantautora de Nashville, Cortney Tidwell, en KORT, dúo con un disco hasta ahora. ¿Habrá un segundo?

-Yo lo haría encantado, pero ella ahora es una mamá rock'n'roll. (Risas). Tiene dos hijos.

-Conor O'Brien, alias Villagers, me dijo hace poco que Lambchop marcó su último disco. ¿Suelen acercarse jóvenes artistas a agradecerle su influencia?-Sí, de vez en cuando alguien se acerca a decirme cuánto le importamos en su infancia o algo así. Pero no sé si me gusta, porque me hace sentir como un abuelo (risas).

-En una nota de prensa para Yo La Tengo, habla de un profesor que le dijo que los artistas solo tienen dos o tres ideas a lo largo de sus vidas. No parece el caso de Lambchop.

-Es una generalización y creo que nos libramos de ella. En todo este tiempo, hemos sabido sorprender a la gente y sorprendernos a nosotros mismos.

-¿Es complicado conforme pasan los años encontrar cosas en las que inspirarse?

-Siempre es difícil encontrar un hilo, algo de lo que tirar. Pero al final solo has de esperar un poco. Sin buscarlo, las cosas se plantan delante de ti. Sirve eso y escuchar música que no escuches habitualmente, algo que ahora mismo es la mar de sencillo.

-¿Cuáles son sus filtros?

-Sentarme en el porche y esperar a que mi vecino ponga música a todo volumen. Siempre pone música nueva, mucho hip-hop, sobre todo de Atlanta. Me divierte ver con qué saldrá cada vez.

-¿Hay alguna música que nos sorprendería que le gustase?

-A mucha gente le sorprendería mi pasión por la electrónica. También el rap underground; me fascinan sus conceptos, su construcción. Ahora mismo vivimos una gran época para la música.