'Viejóvenes' chanantes

Ernesto Sevilla y Joaquín Reyes aterrizan en el Teatre Borràs con su 'show' de debut como dúo cómico

Ernesto Sevilla (izquierda) y Joaquín Reyes, en el patio de butacas del teatro La Latina de Madrid.

Ernesto Sevilla (izquierda) y Joaquín Reyes, en el patio de butacas del teatro La Latina de Madrid.

MARTA CERVERA / BARCELONA

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A la vejez, viruelas, se solía decir. Hoy, sin embargo, el envejecimiento se ha convertido en un tema muy serio que mueve millones en productos de belleza, dietas, vitaminas, psicólogos.... El miedo a las arrugas o, mejor dicho, el sueño de ser joven eternamente está a la orden del día en nuestra sociedad, como demuestran los cómicos Joaquín Reyes y Ernesto Sevilla en el espectáculo 'Viejóvenes'.

Los impulsores de 'shows' televisivos como 'La hora chanante', 'Muchachada Nui' y 'Museo Coconut' repasan este tema y otros muchos en su primer espectáculo a dúo que, a partir de este miércoles y hasta el domingo presentan en el Teatre Borràs. «Los 'viejóvenes' son la gente de nuestra edad, que está entre los 37 y los 40, cuando eres ya un poco viejo y un poco joven a la vez», comenta Sevilla, que presume de los años que le separan de su compañero, mayor que él: «Nos llevamos cuatro años, que no son pocos, y la gente lo nota, cosa que fastidia mucho a Joaquín». Reyes contrataca: «Yo en realidad aparento ser más joven porque al no tener maldad los rasgos no se me endurecen».

12 años juntos

Llevan 12 años trabajando juntos en diferentes proyectos y la sintonía es total. Ambos son de Albacete pero empezaron a cuajar su carrera profesional en Madrid. «Ernesto y yo nos conocemos de toda la vida porque nos padres se conocen. Él es más joven pero nuestras inquietudes son parecidas, entre nosotros existe una enorme complicidad».

La idea de viejoven para el título del espectáculo surgió de forma casual, tras realizar unas fotos en las que se vieron mucho más jóvenes. «En realidad el espectáculo tampoco se centra solo en el tema de la edad. Juventud y vejez son una excusa para hacer el payaso a través sketches muy diferentes», dice Sevilla. «Lo montamos aprovechando que no teníamos ningún programa a la vista. Ha sido una manera de matar el gusanillo», confiesa su pareja escénica. Ocho números son en directo y otros grabados, para dar tiempo a los protagonistas a transformarse en los numerosos personajes que encarnan. «Solo un sketch ha sido rescatado de la época chanante, el resto son creaciones nuevas diseñadas para el montaje».

Ambos se complementan. Hay cosas que les unen, como el humor, y otras que les separan, como el fútbol. «Yo soy culé total. La final de la Champions y de la Copa del Rey me pillaron trabajando y pedí que me pusieran una pantalla al lado del escenario», comenta Reyes. «A Ernesto, en cambio, el fútbol le importa un bledo. Le produce una total y absoluta indiferencia». Y eso es genial, apunta, porque ante partidos cumbre como los antes citados su compañero siempre puede echarle un capote para que pueda salir momentáneamente de escena para no perder comba de los encuentros.

Meticulosidad y brillantez

Otra gran diferencia entre ellos es la forma de organizarse. «Me gustaría que Ernesto fuera más ordenado porque es un desastre en ese aspecto, pero sé que jamás podré cambiarle. Él es así y ya le he comprado tal como es», confiesa Reyes. Sevilla, por cierto, tampoco soporta la meticulosidad de Reyes. «Es demasiado maniático con el orden. Siempre lo está recogiendo todo y me agobia. Ojalá se relajara un poco», suspira. También coinciden a la hora de destacar sus virtudes recíprocas. «De Joaquín me encanta su creatividad», dice Sevilla. «Es un genio, aprendo mucho con él pero no se lo digo para que no se le suba a la cabeza». Ernesto califica de «brillante» a su compañero. «Es capaz de sacar punta a cualquier situación y entiende mejor la estructura interna del gag.»

Sal gorda

Su humor se nutre de la cotidianidad. Algunos lo califican como surrealista, otros absurdo ¿Qué opinan? «No lo comparto, porque también me gusta el humor de sal gorda, el más básico, vaya», dice Sevilla. «Lo que no me interesa es el humor político. Para reírte de algo has de conocerlo bien», añade. Reyes opina igual: «No creo que los dos juntos podamos aportar nada a ese tipo de humor. Ya hay otros que se dedican a él». Y lo dice con conocimiento de causa, pues colabora en 'El Intermedio', de La Sexta, programa que compagina con la serie 'Anclados', de Tele 5. «Hay humor de muchos tipos. Quiero probarlos todos, seguir combinando cosillas», afirma Reyes, que también practica el humor gráfico y hasta ha hecho diseños para gafas de la firma barcelonesa Uniqbrow.

Reyes y Sevilla se ganaron sus primeros piropos como imitadores en la televisión pero intentan diversificarse. En estos momentos, Reyes alterna 'Viejóvenes' con el rodaje de un filme protagonizado por Carlos Areces. «Interpreto a su secretario, a su compinche en la película», cuenta. Y Sevilla rueda 'Tenemos que hablar', de David Serrano (Días de fútbol). «Es una comedia con Michelle Jenner y Hugo Silva». No descartan acudir a los próximos Goya, no ya como parte del show, sino como nominados. «Aspiro a recoger un Goya como Dani Rovira», apunta Reyes, que considera el mayor agravio del mundo que los actores cómicos sean a menudo reconocidos solo tras bordar un rol dramático. Intentarán cambiarlo.

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