Dani Martín: «Componer es una terapia para mí»

Aprender a saborear la vida despacio, disfrutando del momento es lo que Dani Martín (San Sebastián de los Reyes, Madrid, 1977) intenta. Aplicando la filosofía de menos es más regresa este otoño a los escenarios españoles con 'La cuerda floja', dos únicos conciertos ambientados en el mundo del circo. El 26 de septiembre actuará en la plaza de toros de Las Ventas y el 3 de octubre, en el Pavelló Olímpic de Badalona.

-¿Por qué solo dos citas para celebrar sus 15 años de carrera?

-Quiero que la gente disfrute con algo único y exclusivo. Cuando se hacen las cosas dosificadas, disfrutas mucho más. De joven vas de botellón pero después prefieres saborear un buen vino sentado en una mesa. Quiero saborear más las cosas.

-¿Hará algún tipo de acrobacia, le veremos en la cuerda floja?

-Yo no, pero habrá actores y especialistas en circo que darán otro tono al espectáculo. El circo me trae buenos recuerdos. Es una especie de isla de ilusión. Mis padres me llevaron a ver a Charlie Rivel y me acuerdo perfectamente porque me sacó a escena.

-La cuerda floja se utiliza a menudo como una metáfora de las inseguridades o riesgos en la vida...

-Para mí es una metáfora de nuestro recorrido vital. Es importante atreverse a cruzar esa cuerda que a veces se tambalea y otras es más estable.

-¿Cómo logra estabilizarla?

-Hay que asumir riesgos para cruzarla con éxito: trabajar mucho y ser autocrítico. Solo así logro estar menos desequilibrado.

-Nadie lo diría. Transmite una seguridad que tumba.

-Pues soy muy autocrítico, demasiado. Ese aspecto de seguridad que ves es todo lo contrario, oculta mi verdadera inseguridad.

-¿En qué ha cambiado su filosofía vital en estos últimos tiempos? 

-He evolucionado. A los 25 años me gustaban unas cosas, ahora otras. No quiero mirar atrás sino vivir el presente. El pasado es un lugar de confort y eso es peligroso. Yo llené tres Palaus Sant Jordi ¿y qué? Prefiero pensar en lo que soy ahora que en lo que fui o lo que ya pasó.

-Pues olvidemos su pasado hablemos del éxito que han tenido tanto su último disco de estudio, 'Dani Martín', como el directo 'Mi teatro'. Ese último disco y DVD se grabó en el Palacio de los Deportes de Madrid donde cantó con algunos de sus artistas más admirados: Leiva, Axel, Sabina, Serrat y Alejandro Sanz. ¿Tendrá buenos recuerdos?

-Muchos. La verdad es que soy muy afortunado pero nada es fácil, persigo a diario mis objetivos. Uno siempre ha de buscar algo más. Por eso cada mañana visualizo lo que quiero y lucho por conseguirlo.

-¿De todas las canciones que ha hecho cuál ha sido la que más trabajo le ha costado sacar de dentro?

-Ninguna. Para mí componer es una terapia para sacar cosas que llevo dentro. Convertir mis sentimientos en canción es una liberación, un alivio. En realidad las vomito, es algo que no puedo parar cuando sale. Pero necesito vivir experiencias, de lo contrario no tengo nada que sacar. Soy incapaz de inventarme una letra.

-¿Incapaz?

-Las canciones forman parte de mí. Antes de grabarlas necesito convivir con ellas al menos un año. Las pulo y veo si se quieren quedar, si son parte de mi verdad. No hago discos porque me lo pida una compañía; los hago cuando tengo algo que contar.

-¿Qué ha hecho últimamente?

-He descubierto como es vivir en mi casa. Hasta ahora no sabía por qué estaba pagando la hipoteca ya que nunca paraba en ella.

-¿Cómo es su día normal?

-Sigo una rutina. Los días que no tengo nada me levanto a las 9.00. Desayuno, hago dos horas de boxeo, voy al mercado a comprar, cocino...

-¿Cocina bien? ¿Es un masterchef?

-Hago comida de supervivencia pero con cariño. Por la tarde me pongo a escribir y compongo. Los fines de semana salgo a cenar o voy de viaje... Poder hacer lo que quieres y tener tiempo para ti es un lujo. Pero eso no se consigue de la nada, hay que ser tenaz y trabajador.

-¿Le ha sabido a poco la temporada del Atlético de Madrid?

-No. Hemos hecho una buena temporada para el presupuesto que tenemos. Mi equipo tiene coraje y corazón cuando juega, por eso me gusta, pero este año el Barça ha jugado mucho mejor. El año pasado ganamos la Liga porque teníamos una plantilla más larga y el Madrid y el Barça estaban todavía buscándose.

-¿Satisfecho con el cambio de color político en España?

-Las elecciones han demostrado que las zonas de confort son peligrosas. Lo lo que falta es más unión entre las fuerzas políticas para solucionar los problemas que tenemos. No me siento representado por ningún partido. No soy de derechas ni de izquierdas, soy de personas.