El encanto de la diferencia Requisitos para ser una persona normal

La ópera prima de Leticia Dolera, Requisitos para ser una persona normal, está tocada por la varita mágica del encanto natural. Ese raro don que no se puede buscar ni imitar. Que se tiene o no se tiene. Y que de alguna manera te contagia y te llena por dentro, sobre todo cuando te inunda de una manera natural y radiante, sin engaños, desde la sinceridad y el corazón.

Tiene Requisitos para ser una persona normal un aire naíf e ingenuo, pero sus apariencias inocuas se esfuman cuando nos adentramos en ese paisaje generacional, íntimo y humano en el que nos introduce la actriz y ahora realizadora, cuando accedes a su pequeño y delicado universo de personajes inseguros, perdidos en una realidad demasiado encorsetada dentro de los cánones que dicta una sociedad que no permite que se cuele entre sus rendijas ninguna excepción a la norma, ningún atisbo de extrañeza. Dolera realiza una sensitiva e inteligente oda a la diferencia, a los valores que nos particularizan dentro de un panorama homogéneo y lleno de convenciones en el que termina perdiéndose nuestra identidad por el camino.

Y lo hace a través de los moldes de la comedia romántica, que empapa de frescura, de inventiva visual y espíritu pop, de minúsculos detalles y de referencias al cine norteamericano independiente femenino, a medio camino entre el diario de autoayuda, la cotidianeidad y el onirismo. Entre la fragilidad y el desencanto.

BEATRIZ MARTÍNEZ

Leticia Dolera