Los tesoros de Serrat

El Arts Santa Mònica recorre los 50 años de trayectoria del cantautor en una exposición

Joan Manuel Serrat, ayer en el Arts Santa Mónica, ante una imagen suya de joven.

Joan Manuel Serrat, ayer en el Arts Santa Mónica, ante una imagen suya de joven.

JORDI BIANCIOTTO / BARCELONA

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El telón de fondo utilizado en la gira 'Cansiones' (2000-01), con su evocación de la plaza de una ciudad latina, preside desde ayer el claustro del Arts Santa Mònica, y a sus pies reposan los objetos de toda una vida artística de Joan Manuel Serrat, 806 piezas que recorren sus cinco décadas de trayectoria. Desde su primera guitarra hasta ejemplares exóticos de sus discos (ediciónes de la URSS, Bulgaria o el Irán preislamista), pasando por libros dedicados por Neruda y Blas de Otero, dibujos firmados por Forges y Quino, la antorcha olímpica que portó en Tarragona, carteles de recitales, recortes de prensa y portadas de publicaciones remotas... Un minucioso viaje en el tiempo, el que propone la exposición 'Serrat, 50 anys de cançons', que se mantendrá abierta hasta el 13 de septiembre.

A Serrat, que ha abierto sus archivos y almacenes llenos de reliquias («los catalanes lo guardamos todo», aseguró), la visión de tanto material portador de recuerdos le produce «una sensación de vacuidad, de asfixia y un poco de vergüenza por ver expuestas cosas que forman parte de un mundo bastante personal», confesó este martes en la presentación, en la que estuvo acompañado de los tres comisarios, Miquel Jurado, Lluís Marrasé y Fermí Puig. El mismo recinto tiene que ver con él: fue en la iglesia de Santa Mònica donde fue bautizado. «Y aquí me declaré agnóstico. Esto ya fue voluntario», añadió con ironía, en alusión al trámite que debió formalizar para casarse por lo civil.

'Serrat, 50 anys', inaugurada por el 'conseller' Ferran Mascarell, ofrece, precisó Jurado, tres niveles de lectura. El visual y simbólico, aportado por los objetos más llamativos (la primera máquina de escribir, de marca Underwood, el taburete de Bocaccio, la camiseta del Barça); el editorial o literario, representado por los libros, la cartelería, las fotos (entre ellas, imágenes del cantautor con Machin, Brassens, Yupanqui, Kirk Douglas y un joven Caetano Veloso), y la prensa, y finalmente, el auditivo, a través de 207 pistas musicales que el asistente puede escuchar con auriculares. Ahí se incluyen desde las canciones esenciales a grabaciones inéditas (su primera maqueta, anterior al epé de 'Mi guitarra'), colaboraciones y versiones de su obra a cargo de otros artistas, desde cantantes japoneses hasta una banda de mariachis. Entre los ejemplares discográficos aparecen piezas irrepetibles, como el álbum mexicano titulado, en castellano, 'Hace 20 años que tengo 20 años', o los 'singles' de 'La, la, la' publicados en diversos países. Trabajos que hicieron de Serrat «el mejor embajador que los catalanes hemos tenido en el mundo», destacó Fermí Puig.

La ayuda de los amigos

Serrat dedicó palabras de agradecimiento a quines le han ayudado en su carrera. «Gente que nos pone delante del espejo para que no nos engañemos más de lo que ya nos engañamos», reflexionó. Del desaparecido Quico Sabaté, representante y amigo, a músicos que han dejado huella en su obra, como Francesc Burrull, Ricard Miralles, Kitflus o el también malogrado Josep Maria Bardagí.

La música estará también presente en directo a través de cinco actuaciones de diverso signo, del jazz a la canción, el flamenco y el pop, en las que otros tantos artistas abordarán sus propios repertorios integrando canciones de Serrat. Abrió ayer este ciclo, titulado 'El poble canta Serrat', Laura Simó con Francesc Burrull y Jordi Bonell, y seguirán Andreu Rifé (el viernes), Bruno Oro (26 de junio), 'Salao' (4 de julio) y Maria Coma (11 de julio). El escenario estará abierto a actuaciones de espontáneos y contará con un canal en Youtube.

La exposición apunta lejos: sus responsables esperan presentarla en el 2016 en Madrid y planean llevarla a Uruguay, Argentina, Chile, México... «Ya tenemos algún contacto hecho», anunció el director del Santa Mònica, Jaume Reus.