CRÓNICA El cantante recuperó su esencia rocanrolera junto a Nu Niles en Razzmatazz

Loquillo y las raíces

JORDI BIANCIOTTO
BARCELONA

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Ante la confusión moderna, viajar hacia atrás, hasta las raíces. Algo así, quizá, pensó Loquillo al abordar Código rocker, un disco en el que se entrega a los ritmos y maneras del rock'n'roll clásico de la mano de Nu Niles. Un ejercicio de estilo, sí, pero también una toma de posición y el punto de partida de noches entusiastas como la del jueves en un Razzmatazz lleno hasta arriba.

No fue un Loquillo severo, de ceño fruncido. Le vimos sonreír desde la primera canción, Eres un rocker, rescate de Los Intocables, que vino precedida de la pieza instrumental de Hawai 5. 0. Guitarras eléctricas limpias, contrabajo y un Loquillo con levita rockabilly. Repaso completo del disco, recorriendo El tren de la costa, Chanel, cocaína y Dom Perignon, Tatuados... Canciones de todas las etapas del cantante del Clot, ya fuera con Sabino Méndez o sin él, e incorporaciones como Por amor, con acordeón, y Va por la ciudad. Y una pieza de Mario Cobo, de Nu Niles, que, según dijo, este le propuso grabar hace 20 años. «Tarde, pero cumplo», ironizó. A medio recital, un segmento rebajado de tono, con más swing, a través de La rubia de Hitch, Political incorrectness e invitados más familiares que mediáticos: Velvet Candle poniendo voces a En cualquier momento (versión de Robert Gordon) y Dani Nel·lo soplando el saxo en Billy la Rocca.

LLUVIA DE HOMENAJES / En toda obra de Loquillo hay guiños a sus iconos, y en Razzmatazz los hubo a John Cassavetes (Soy una cámara), Alfredo Calonge, de Los Negativos (I fought the law, de The Clash, con Igor Paskual como invitado) y los pioneros del rock'n'roll en su versión británica, Johnny Kidd (Please don't touch) y Vince Taylor (Brand new Cadillac). Rumbo a Esto no es Hawai, y dejando un rastro de clasicismo rejuvenecedor.