ENTREVISTA

Petros Márkaris: «La profunda crisis que vive Grecia no es solo financiera»

El escritor participa en el festival literario MOT y presenta la novela que cierra su serie sobre la crisis en su país, 'Hasta aquí hemos llegado'

Petros Márkaris, en Girona, donde ha participado en el MOT.

Petros Márkaris, en Girona, donde ha participado en el MOT.

FERRAN COSCULLUELA / GIRONA

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El creador de la saga del comisario Kostas Jaritos acaba de publicar en España la última entrega de la tetralogía policial centrada en la crisis que azota su país. Con Hasta aquí hemos llegado (Tusquets), Petros Márkaris lo ha dicho todo sobre las consecuencias y causas de una recesión económica que ha dado la vuelta a la vida de sus compatriotas como si fuera un calcetín. Márkaris participó este sábado en Girona en uno de los coloquios del festival literario MOT, que este año se ha centrado en la relación entre literatura y ciudad.

-Una de las pocas cosas buenas de la crisis es que ha acabado con los problemas de tráfico en Atenas.-(Ríe) En parte es cierto que en Atenas lo único que ha mejorado por la crisis es el tráfico. El comisario Jaritos llega en pocos minutos y sin atascos a las escenas del crimen. Pero también es verdad que cuando sales a pasear a partir de las nueve de la noche la ciudad está muy triste porque las calles están vacías.

-¿De verdad que no volverá a hablar de la crisis en sus próximas obras?

-No. Se ha acabado. Cansa mucho escribir de la crisis cuando estás viviendo en medio de ella. De hecho ya he escrito un capítulo de mi siguiente novela en la que no aparece y estoy convencido de que seguiré esa línea. La obra tiene algo que ver con el Gobierno, pero no con el actual.

-Lo deja, pero antes ha liquidado a banqueros, defraudadores de impuestos, sobornadores, ejecutivos de empresas de auditoría...-(Ríe) Cuando acabé las tres primeras novelas de la crisis hice una cosa que no hago nunca: releí las obras y vi que no aparecía gente normal, más allá del propio comisario, Por eso escribí una cuarta entrega, para que apareciera gente normal. Quería mostrar que el ciudadano común también se equivoca y sufre mucho, y que algunos de sus errores se pueden explicar por ese sufrimiento.

-La penetración de la xenofobia y del nazismo de Amanecer Dorado en la sociedad griega son inquietantes.-El nazismo y el racismo son problemas que la crisis ha empeorado en mi país y por eso están muy presentes en la novela. El hecho de que los indigentes griegos y los inmigrantes africanos sean pobres no significa que se puedan entender. Los indigentes lo han perdido todo pero siguen siendo racistas.

-Otro de los problemas que sorprende por su dimensión es la corrupción de la administración en general.

-La corrupción no es igual en todos los países. En la segunda novela de la crisis (Liquidación final) hablo de un defraudador de impuestos. Una periodista italiana me dijo que la obra era muy interesante, pero que era muy suave respecto a lo que pasa en su país. Con Hasta aquí hemos llegado quiero mostrar que Grecia sufre una crisis muy profunda que no es solo financiera. Es de educación y de las relaciones sociales en general. Intento explicar a los griegos que, aunque resolvamos el problema económico, la crisis seguirá con nosotros porque va mucho más allá.

-Otro de los problemas a los que se enfrenta el Gobierno de Alexis Tsipras es que tiene muy difícil cumplir su programa electoral.-Cuando estás en la oposición puedes prometer todo lo que quieras, porque no cuesta nada. Pero cuando estás en el Gobierno es muy difícil dar marcha atrás a tus compromisos y ese es el grave problema de Tsipras, que no puede borrar sus palabras. Y lo más grave es que dentro de su formación hay gente que aún cree que se pueden cumplir las promesas que hicieron. El problema de Syriza es que no es un partido unido, está formado por grupos. Y tampco es de izquierdas, en realidad es una formación de euroescépticos.

-Parece que ahora quieran apostar por una alianza con Putin.-No puede haber un acercamiento a Rusia por muchas razones. No conseguiremos nada de ellos porque también están atravesando una crisis muy profunda. Cuando, tiempo atrás, Tsipras tuvo problemas ya fue de viaje a Moscú y volvió con las manos vacías, por lo tanto, pensar que pueden sacar algo de los rusos es una ilusión.

-Pero las posiciones de Atenas sobre la deuda y los recortes están muy alejadas de las que defienden Bruselas y Berlín.-Solo hay un camino. Sé que es muy duro y difícil, pero es la única solución. Grecia tiene que sentarse con el resto de países de la Unión Europea y negociar.