MISTERIOS DE EGIPTO

Un arquitecto desentraña enigmas de la Gran Pirámide de Keops y replantea la cronología de la ciencia

Los constructores conocían las medidas terráqueas, del Sol, y el cuarto decimal del número Pi

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El arquitecto Miquel Pérez-Sánchez Pla ha reconstruido digitalmente la Gran Pirámide de Keops, situada en Giza (Egipto), la primera reproducción "exacta" que se ha hecho del monumento y que permite, al investigarla, ampliar los conocimientos científicos de la civilización del Antiguo Egipto.

Las conclusiones de la tesis doctoral de Pérez-Sánchez --leída en 2008 en la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC)-- y los resultados de 12 años de investigación señalan "la necesidad de replantear las actuales teorías de la evolución de la civilización y de la vida inteligente sobre la tierra", ha defendido el arquitecto este miércoles en una conferencia en el Colegio de Arquitectos de Catalunya.

El libro 'La Gran Pirámide, clave secreta del pasado' recoge las conclusiones, un trabajo sobre urbanismo, arquitectura, ingeniería y arqueología "rupturista pero riguroso, al que llega objetivando datos matemáticos", ha valorado el ingeniero y exrector de la UPC y la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), Gabriel Ferraté Pascual, que le ha atribuido también un toque poético.

Los hallazgos más destacados son las fechas del inicio y el fin de su construcción --realizada hace más de 4.500 años, durante el reinado del faraón Khufu, más conocido como Keops--; la causa de su construcción y la posible situación de la cámara sepulcral de Khufu, que puede hallarse oculta todavía, y que el arquitecto sitúa en la parte superior del templo gracias a "pruebas matemáticas".

DESCUBRIMIENTOS "DE VÉRTIGO"

El arquitecto ha sacado a la luz descubrimientos que "da vértigo aceptar", ya que implican referencias al diámetro de la Tierra, a la distancia del planeta con el Sol y con Sirio (la estrella nocturna más brillante vista desde la Tierra) en años luz, así como el diámetro del astro rey, que implican el conocimiento de los constructores del monumento.

"Hay elementos difíciles de digerir, como el hecho de que el arquitecto y astrónomo Imhotepp --responsable de la Gran Pirámide-- conocía el número Pi hasta el cuarto decimal (3,1416) mientras que se creía que entonces solo se conocía hasta el segundo (3,14)", ha revelado el autor del libro.

Entre citas a pensadores como Borges, Pitágoras, Platón, Plutarco, Dostoievski, Voltaire y Ortega y Gasset, Pérez-Sánchez ha demostrado también la antigüedad real de la esfinge de Guiza, que anteriormente tenía forma de león completo, y que se volvió a esculpir con cabeza humana --más pequeña en proporción-- después de una erosión.

Pérez-Sánchez ha admitido que, en algunos casos, pueden tratarse de casualidades, pero en repetirse las proporciones y las supuestas coincidencias, sus descubrimientos lo han dirigido hacia "una causalidad, más bien", ya que en algunos casos, según calculó, la probabilidad de que se tratara de una casualidad era de una entre 32.000.

El arquitecto ha reconocido que quedan misterios por resolver, como el de por qué los egipcios usaban bloques de 100, 200 o hasta 400 toneladas para construir los templos y cómo los movían, y cómo tallaron y encajaron el granito con una precisión que ahora solo se podría igualar con tecnología láser.

La publicación se enmarca en el proyecto 'La Arquitectura en la Investigación del Antiguo Egipto', que cuenta con ayuda del Ministerio de Cultura, Educación y Deportes para su desarrollo digital, y mediante la aplicación del método socrático que potencia la participación del lector, el Dr. Pérez-Sánchez guía el lector hasta resolver el enigma de los orígenes de Egipto, a través de diez volúmenes digitales disponibles en su página web, 'Antiguo Egipto XXI'.