Raphael: «El Liceu es el teatro perfecto para cantar, es maravilloso»

Cantante eterno y de nuevo actor. Miguel Rafael Martos Sánchez. O lo que es lo mismo: Raphael. Esta primavera cumplirá 72 años con tanta vitalidad y capacidad de ilusionarse como cuando le llamaban El Niño de Linares. Acaba de rodar su papel en la nueva película de Álex de la Iglesia, Mi gran noche. En ella encarnará a Alphonso, un egocéntrico y sádico cantante empeñado en ser el primero en intervenir en la grabación de una gala televisiva de fin de año infernal. Rodaje que no le ha quitado tiempo para preparar dos nuevos discos y presentar el más reciente, De amor & desamor, en la 16º edición del Banc Sabadell Festival Mil·lenni. En el Liceu y por partida doble: este sábado y el domingo (a las 21 horas), con prácticamente todas las localidades vendidas.

-Siempre ha dicho que su temprano debut en el Teatro de la Zarzuela marcó su carrera. ¿Actuar en el Liceu supone una sensación similar? 

-Actuar en el Liceu es un sueño que he hecho varias veces realidad, porque es el teatro perfecto para cantar. Es maravilloso. Existe una acústica impresionante para cantar con o sin micro, da igual. Tienes al público literalmente encima; aunque desde la platea pueda no parecerlo, desde el escenario se percibe así. Es como si estuviera todo el mundo arropándote. Y lo digo sin ánimo de peloteo. Lo siento de corazón: el Liceu es un lugar privilegiado para un cantante.

-¿Desde cuándo se refugia cada principios de año en sus cuarteles de invierno para centrarse en el trabajo creativo?

-Creo que siempre ha sido así. En enero y febrero, al estar en casa más tranquilo, puedo dedicarme a grabar discos y preparar las cosas que haré durante el resto del año.

-¿Y cuándo no...? Pero me encanta.

-Y este invierno se le ha acumulado el trabajo por todos lados...

-¿Cómo va el rodaje de la película con Álex de la Iglesia?

-Mi parte ya prácticamente terminada. Me he divertido muchísimo con toda la gente del equipo. Ha sido una experiencia inolvidable.

-Teniendo en cuenta el argumento, ¿la experiencia se parece más a cuando actuaba a las órdenes de Mario Camus o a los programas que hacía con Valerio Lazarov? 

-No tiene nada que ver con ninguna de las cosas. Yo en los años 60 hacía con Camus películas románticas y esto es una comedia totalmente trepidante. Me encantaría contarle cosas al respecto, pero no debo adelantarme; esa labor le corresponde a Álex de la Iglesia. Es su película.

-Cuando el pasado otoño presentó su disco De amor & desamor, anunció que volvía también al teatro, de nuevo con el musical Jekyll & Hyde. 

-Sí, pero Jeckyll & Hyde no verá la luz hasta que el IVA no esté como tiene que estar. Con este IVA es totalmente imposible. O inviable, que queda más fino... Porque tenga en cuenta que a mí no me subvenciona nadie.

-Usted que tiene amistades en tan altas esferas ¿no se lo comenta?-Yo ya lo he dicho en todas partes habidas y por haber. Ya sabrán lo que hacen... Y bueno, yo todavía tengo la suerte de poder seguir haciendo conciertos, pero hay muchos artistas que no pueden ni salir. Con el IVA cultural tan alto no se puede hacer nada. Tampoco estamos pidiendo nada que no exista en Francia o en los países de nuestro entorno...

-¿Disfruta más interpretando al Doctor Jekyll o a Mister Hyde?-Es igual que De amor & desamor. Jekyll sería el amor y Hyde el desamor.

-Por lo tanto, disfruta más haciendo de Hyde...-Digamos que tiene más temperamento. Cantarle al amor es muy bonito, y lo disfruto, pero para un intérprete como yo cantarle al desamor tiene mucha más miga.

-¿Cómo va su nueva entrega de viejas canciones regrabadas?-A punto de caramelo, y esta vez todo con orquesta sinfónica y arreglos de Fernando Velázquez. Creo que es lo mejor que he hecho y está listo para dar batalla en cualquier momento, cuando la discográfica lo vea conveniente. Pienso seguir regrabando, con los medios actuales, tanto éxitos como piezas más desconocidas; porque son canciones que jamás pasarán de moda. Atemporales.

-¿Y el disco con canciones que autores más jóvenes han escrito expresamente para Raphael?-Creo que cuando vuelva de América, a finales de mayo, entraré en el estudio a grabarlo. Hay canciones de Bunbury, Vega, Manuel Carrasco...

-¿Cómo se trabaja con su propio hijo, Manuel Martos, al frente de la producción ejecutiva?-Él tiene muy buen gusto y sus decisiones son normalmente las que tienen que ser. Y eso me permite a mí trabajar muy tranquilo, muy bien.