El legado de La Fura

Desde la audacia, la innovación y la creatividad, la Fura dels Baus ha firmado -y continúa haciéndolo- algunas de las páginas más memorables del teatro catalán (Juegos Olímpicos incluidos), hasta convertirse en la compañía de mayor proyección internacional de la península. Tres décadas y media de un viaje apasionante que ahora quieren compartir con todos. Este martes la compañía, representada por Pera Tantiñá, firmó la donación de todos sus archivos, desde 1974 hasta el 2009, al Institut del Teatre para su preservación y divulgación. Unos 25.000 documentos, entre ellos unas 15.000 fotografías y 500 vídeos, y un total de 4.385 registros, pasarán a formar parte del fondo del Centre de Documentació i Museu de les Arts Escèniques (que en mayo prevé abrir su primera exposición permanente), para facilitar su consulta a investigadores y público en general, en un plazo previsto de tres meses.

«Es un chollo que se queden este material porque nos daría mucha pena que se deteriorara. Así nos quedamos tranquilos. Estamos orgullosos de dejar este gran volumen de documentos, al que iremos añadiendo otros porque cada año generamos unos 200 documentos», declaró Tantiñá en presencia de Salvador Esteve, presidente de la Diputació de Barcelona y de la junta de gobierno del Institut.  Àlex Ollé, otro de los codirectores de La Fura, animó a los creadores a seguir su ejemplo.

Tantiñá aprovechó para lanzar dardos a una sociedad actual que «en pro de la seguridad» está coartando la libertad. «Por desgracia, ahora no podríamos hacer los espectáculos de nuestros inicios. Sacar a un tío en tanga con una antorcha está prohibido. Pero ya no nos toca a nosotros salir en pelotas y enfangarnos. Los nuevos lo tienen difícil».