JOYA ARQUEOLOGICA DE 3.300 AÑOS DE ANTIGÜEDAD

Un Tutankamón pegado

Tres técnicos del Museo Egipcio de El Cairo denuncian el uso de material inapropiado para reparar la máscara Se empleó cola corriente para enganchar la barba en una restauración

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AGENCIAS
EL CAIRO

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La conocida barba dorada y azul de la máscara funeraria del faraón Tutankamón, una de las atracciones turísticas más visitadas de Egipto, se rompió durante una restauración y los conservadores del Museo Egipcio de El Cairo la pegaron usando un adhesivo llamado epoxi. Así lo han denunciado, bajo condición de anonimato por miedo a represalias, tres técnicos del museo, que consideran inapropiado este material.

Aunque los tres restauradores difieren a la hora de explicar cómo se rompió la famosa barba -si se rompió por accidente durante las labores de limpieza de la máscara, o si ya estaba suelta y la desprendieron para repararla--, sí coinciden en que les ordenaron arreglarla rápidamente y en afirmar que se utilizó un pegamento inapropiado.

«Desafortunadamente se usó un material irreversible; el epoxi tiene una alta capacidad de pegado y se usa en piedra o metales pero no es adecuado para un objeto como la máscara de Tutankamón», ha dicho uno de los conservadores. «La máscara se debería haber llevado al laboratorio pero tenían prisa por volver a exhibirla y utilizaron este pegamento rápido e irreversible», ha añadido el técnico.

Una grieta en la cara

A raíz del uso de este material, explican los denunciantes, ahora la máscara tiene una grieta entre la cara y la barba. «Ahora podemos ver una línea amarilla transparente», han señalado los mencionados expertos de forma gráfica.

Otro de los conservadores, que estaba presente en el momento de la reparación, ha detallado que el pegamento epoxi se secó en la cara del emperador y que otro colega usó una espátula para retirar la cola y, al hacerlo, dejó marcas en la máscara.

El egiptólogo Tom Hardwick ha advertido de que «todo objeto de esa época necesita un poco más de atención, así que una reparación como esta debe estar muy supervisada».

Por su lado, el director general del Museo Egipcio, Mahmoud El-Halwagi rechazó todas las acusaciones y dijo a la publicación  Ahram Online que la máscara está sana y salva y no le pasó nada desde que asumió el cargo el pasado mes de octubre. Explicó, además, que la barba se encuentra en su posición original, y así ha sido desde que la máscara fue descubierta en la tumba de Tutankamón en 1922.

«Un comité arqueológico ha sido asignado para inspeccionar la máscara y la barba para escribir un informe detallado sobre el estado de la máscara», dijo El-Halwagi.

El Museo Egipcio de El Cairo es uno de los principales destinos turísticos del país y la máscara de Tutankamón, de más de 3.300 años de antigüedad, y los contenidos de su tumba están entre las atracciones más visitadas.