Excitante incomodidad

«Quiero verle la cara al asesino, aunque sólo sea para estar seguro de que no he sido yo», dice el protagonista de esta novela intrigante, dura y sabia, cuando encuentra en casa el cadáver de su mujer, muerta y mutilada. Y a continuación, guiado apenas por un rumor que ha de llevarlo a una reserva india, emprende un viaje a la vez exterior e interior, un viaje a los abismos de la violencia, pero también de la identidad. Seguimos el hilo de la curiosidad en estado puro, una tozuda e irrenunciable voluntad de saber que se traslada al lector, cuya inquietud trabaja, a lo largo de toda la novela, en un circo de dos pistas: por un lado, la peripecia fascinante de este hombre en su viaje, lleno de peligros y descubrimientos; por otro, la intriga, renovada cada dos por tres, por saber quién nos está contando la historia. Porque el punto de vista cambia en cada capítulo, en función de cuál sea el animal que presencie los hechos y nos los quiera trasladar. Y no se trata de un experimento formal caprichoso, sino de una manera más que interesante de generar una distancia particular, una mirada que logra desfamiliarizar los comportamientos humanos y nos obliga como lectores a indagar en el sentido último de lo que tenemos por normal.

Wajdi Mouawad, autor de esta 'Ánima' inquieta e incómoda, es de origen copto libanés, se crió en Francia y se dio a conocer con sus primeras obras en Canadá. Es también hombre de cine y teatro ('Incendis') , creador de textos que en ocasiones interpreta él mismo. Un tipo sin duda atrevido e interesante.