La última diversión de Fito & Fitipaldis

Fito Cabrales, posando en el estudio barcelonés Aclam Records.

Fito Cabrales, posando en el estudio barcelonés Aclam Records.

NÚRIA MARTORELL/ BARCELONA

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Juegos de contradicción y frases que dan qué pensar. En el mismo título del disco, 'Huyendo conmigo de mí'. En la primera canción del álbum ['Entre la espada y la pared']: "Las cosas que no pueden ser/ son todas las que he sido yo/ las mezclas no me salen bien/ sexo, droga y rock&roll". Y hasta en el documental que completa este sexto disco de estudio después de cinco años, un DVD titulado 'Complicadamente sencillo'. Fito & Fitipaldis anda de gira con todo este nuevo material. Y este sábado lo presentará en el Palau Sant Jordi (las entradas están agotadas), recuperando el formato de tour por grandes pabellones que descartó con su anterior lanzamiento, 'En directo desde el Teatro Arriaga'.

Más frases extraídas de las canciones de su última hornada: "Y yo era Peter Pan, por eso no he podido crecer..." Y "lo contrario de no vivir es arriesgarse". "Bueno, no me hagáis mucho caso, ¿eh? -suelta, entre risas-. Hay veces que tienes que orientar tu vida, darle cierta tendencia, y otras en cambio crees que lo más fácil es no darle ninguna. Hay que saber que todo se replantea. Por muy estudiado que lo tengas, tendrás que replanteártelo todo otra vez, fijo", asegura el rockero, en una sala del estudio barcelones Aclam Records.

Conversaciones musicales

En 'Huyendo conmigo de mí' se nota que el ex-Platero y Tú se ha divertido. "Así es. Me junté con Carlos Raya [su guitarrista, productor de cabecera y director de la banda]. Reuní mis cuadernos con apuntes que tenía y, efectivamente, todo fue diversión. Para empezar, nos juntamos en el sofá de su casa, con sendas guitarras acústicas, y era como mantener conversaciones musicales, sin amplificadores ni nada. Y esta facilidad para comunicarnos es la que hemos querido trasladar a todo el disco", relata.

Una vez más y siguiendo la tónica de sus trabajos, Fito Cabrales ha incorporado en el compacto una versión. En esta ocasión, Nos ocupamos del mar, del gran Javier Krahe. "¡Esa letra y esa melodía son irrepetibles! -exclama, espitoso-. Incluso hablé con Javier. Necesitaba que él me explicara cómo fue capaz de componer una canción tan madura con 26 años. ¡Si era un chavalín!". ¿Y qué le dijo? "Que esperaba que me la llevase a mi terreno. Y yo le dije: 'Pues claro, sino vaya mierda de canción va a ser'". Y sobre el resultado, ¿se ha pronunciado Krahe? "Sí. Y no veas el subidón que tuve cuando me dijo que le había gustado. Ya me da igual lo que opine la gente. Si Krahe me ha dado su bendición, ¿quién puede osar saber más que él?".

"A veces la vida duele"

Parafraseando el título de una de sus nuevas composiciones, 'Lo que sobra de mí'. ¿Tiene claro lo que le sobra al Fito artista y al Fito persona? "Menuda pregunta tan personal. Me sobra el Fito cobarde cuando debe ser valiente. A veces no sé cómo afrontar las cosas, cómo debería comportarme. Porque a veces, la vida duele. La teoría me la sé toda. Pero luego las cosas no suceden exactamente así. Y en el terreno musical, lo que detecto son muchas carencias. Y no lo digo en plan, mira qué modesto ni mierdas de estas. Escucho canciones que están demasiado lejos de mi alcance. Sé que puedo hacer temas buenos, trabajando mucho. Pero nunca seré uno de los grandes".

En Huyendo conmigo de mí, Cabrales se atreve con la canción denuncia en 'Nada de nada'. Y clama a ritmo de rock vacilón contra: «Los que nos vendieron tanto bienestar, que no hay manera de poder estar bien.../ Nadie es culpable de nada.../ Tiempo de ladrones...». Y eso que cuando la compuso, la lista de presos o imputados ilustres no era tan larga... «Es verdad. Pero fíjate que ya sentía la necesidad de decir lo que pensaba».

Una moto por una guitarra

El cantante disfruta como un niño chico en este estudio de grabación que es también un museo de guitarras y motos. "¡Mis dos pasiones juntas!", exclama, mirando uno a uno todo lo expuesto. ¿Recuerda cuándo se compró su primera guitarra? "Claro. Tendría 16 años. Bueno, primero tuve una española, luego una acústica... Pero para comprar mi primera eléctrica profesional, una imitación de Fender, me vendí una moto Montesa Cota 49 para pagarla. Lo recuerdo perfectamente: me dieron 30.000 pesetas".