El Hobbit: punto final

La última entrega fílmica del clásico de Tolkien dirigida por Peter Jackson llega este miércoles a las pantallas

BEGOÑA ARCE / LONDRES

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El Hobbit: La batalla de los cinco ejércitos llega este miércoles a las pantallas como broche final a la adaptación cinematográfica de la novela de J.R.R. Tolkien. El director neozelandés Peter Jackson concluye la trilogía, iniciada hace tres años, con una superproducción bélica, algo más sombría que el relato original. Bilbo Bolsón, Thorin Escudo de Roble y la Compañía de los Enanos reclaman su tierra al dragón Smaug. Sauron se convierte en la mayor amenaza, con sus legiones de orcos. Enanos, elfos y hombres deben unirse o perecer. Bilbo ha de luchar por salvar su vida y a sus amigos.

Las casi dos horas y media del filme se desarrollan en medio de espectaculares combates épicos, que se suceden sin apenas respiro. La película, rodada en 3D a 48 imágenes por segundo, fue presentada mundialmente en Londres hace unos días por Jackson y algunos de los principales protagonistas. «Estoy muy orgulloso de haber llegado hasta aquí. Ha sido un viaje impredecible», declaraba el realizador de 53 años, entre el alivio y la nostalgia.

«Ha sido una enorme responsabilidad», reconocía. «Voy a echar de menos los momentos divertidos durante el rodaje, que se puede convertir en un infierno si no hay gente con la que te lo pasas bien cuando la cámara se detiene», decía señalando a Martin Freeman (Bilbo Bolsón), Richard Armitage (Escudo de Roble), Orlando Bloom (Légolas), o el veterano Ian McKellen (Gandalf).

«Peter ha hecho una serie de clásicos, no una franquicia y yo he tenido la suerte de estar allí y vivirlo en primera persona», comentaba McKellen, a quien ahora los niños saludan por la calle, acerca de las seis películas sobre el universo Tolkien iniciadas en el año 2001 con El señor de los anillos. «Ellos saben que no eres de verdad Gandalf, pero yo conozco a Gandalf, y por eso me quieren saludar. Es un poco como cuando ven a Santa Claus en una tienda», cuenta. A los 75 años, el actor shakesperiano considera: «Todos los que hemos participado en estas películas hemos tenido un efecto importante en la vida de muchos jóvenes. Algunos nacieron con ellas, y les enseñarán las películas a sus hijos. Será un clásico. No es el fin, es el principio de algo».

Historia inflada

Como en las entregas precedentes -El Hobbit: Un viaje inesperado y El Hobbit: La desolación de Samaug- estrenadas en el 2012 y en el 2013, Jackson propone una lectura particular e inédita del libro El Hobbit, publicado en 1937 por Tolkien. Unas libertades y añadidos que no todos aceptan de buen grado. «La historia ha sido inflada con material que no viene de ninguna parte», comentaba  el crítico del Daily Telegraph. «A pesar del gran Martin Freeman, este último filme, de una trilogía hinchada, ofrece pocos novedades», escribía el crítico del Observer. No importa. La recepción del filme en el Reino Unido y en otros países donde ya se ha estrenado ha sido calurosa y una bendición para la taquilla.

Jackson había adaptado anteriormente  la trilogía de El Señor de los anillos, de Tolkien, con un enorme éxito comercial y varios Oscar. El director ha dejado claro que no hará ningún nuevo filme sobre las obras del escritor sin el acuerdo de sus herederos, lo que parece difícil. Christopher Tolkien, el último hijo que aún vive del escritor, ha sido muy crítico con la utilización que se ha hecho de la obra de su padre. «Sin cooperación de la Fundación Tolkien no puede haber nuevas películas», ha aclarado Jackson. De momento trabajará en una versión ampliada de La batalla de los cinco ejércitos. «Será una versión larga absolutamente fantástica, porque hay mucho material de buena calidad», afirma. Esa nueva versión aportará unos 30 minutos inéditos. El neozelandés  quiere que el público siga llenando las salas de cine  algo que, con el boom de tabletas y  móviles, es un reto. «Yo soy el resultado de grandes producciones como King Kong», afirma Jackson. Y eso  hace que  sea muy importante para él  «tratar de entretener a los espectadores».