LIBROS

De la música al Planeta

Lluís Cabrera, el impulsor del Taller de Músics, aspira a editar su primera novela tras quedar quinto en el Premio Planeta

Lluís Cabrera, fotografiado ayer en Barcelona.

Lluís Cabrera, fotografiado ayer en Barcelona.

MARTA CERVERA / BARCELONA

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Que se preparen los editores. A sus 60 años, Lluís Cabrera, el impulsor del Taller de Músics, ha quedado en quinto puesto en el Premio Planeta con su primera novela, La vida no regalada de Lorenzo Almendro y amenaza, con un segundo volumen que esclarecerá el asesinato de uno de los personajes. «Soy un principiante y me he metido en un lío», afirmó ayer, tras asimilar el premio que para cualquier escritor novel como él representa quedar entre los finalistas del Planeta, al que concurrieron 453 obras.

«Mi familia no sabía que me había presentado al Planeta. Cuando llamaron la semana antes para invitarme a la gala, alucinaron», recuerda Cabrera, cuyo manuscrito fue de los pocos que pasó a la segunda ronda en la fase final. Para él lo importante ahora es publicar la novela. Planeta tiene preferencia durante los 90 primeros días para quedarse con los derechos. «Espero que les interese, si no buscaré otras vías», comenta este gran aficionado al flamenco, obstinado agitador cultural y vecinal que ha ganado todo tipo de batallas.

El nuevo autor, que presentó la obra sin seudónimo, con su nombre y sus dos apellidos, Cabrera Sánchez, empezó a escribir la novela hace seis años. Anteriormente había publicado el libro de ensayo Catalunya será impura o no será y participado en obras colectivas como Els altres andalusos. «Escribrir esta novela es algo que debía a mi padre, a quien se la dedico. Él se lo merecía. Era un hombre de aquellos que no hablaba por no herir», recuerda Cabrera. «Todo le parecía bien». Su homenaje a Manuel Cabrera Quesada surgió como una necesidad de sacar fuera ideas y sentimientos acumulados durante mucho tiempo, demasiado. «Escribir fue una forma de expulsar todos los sapos que llevaba dentro. Después de eso me sentí bien, más ligero». El trabajo más delicado vino después. «Al no ser del oficio me costó ligarlo todo y hallar un tono narrativo». Pero, con calma, aprovechando sus noches de insomnio, le fue dando forma. «Creo que me ha quedado bastante digna. Es una obra costumbrista con un toque de neorrealismo mágico», comenta.

Mucho de autobiográfico

El relato está estructurado como «un mecano» en el que cada capítulo puede leerse de forma independiente. «Lo más difícil para mí fue eliminar adjetivos y florituras, afeitar todo lo que fuera opinión y dar con un estilo directo», afirma. «También fue un reto plasmar la riqueza del lenguaje de la gente del sur de donde procedo al papel».

La novela tiene mucho de autobiográfico: narra las vicisitudes de una familia que emigra desde un pueblo de Jaén a Nou Barris en 1964. En ella aparecen personajes reales a los que ha conocido, algunos con su nombre real, como Enrique Morente y Mayte Martín; otros, transformados bajo nombres ficticios. Lorenzo Almendro, el protagonista, tiene mucho en común con Cabrera. «Los personajes son como fotos o cuadros de mi memoria». Uno de ellos, Tito Bernardo, centrará su próxima novela, un thriller del que ya lleva escritas 260 páginas.