Cabo San Roque, máquinas con alma

La maquinaria de Cabo San Roque se pone en marcha. El grupo vuelve al ring con su disco más rítmico. El contundente '12 rounds' (Chesapik) propone un hipnótico y cautivador sonido, fruto de su nuevo artilugio, 'Tres tristos trons'. Un instrumento que utilizan a modo de virtuoso percusionista, creado con peines, motores, latas, una máquina de escribir, muelles... El jueves 16 descubrirán qué tal suena en directo, programados por el ciclo Capricho de Apolo (en [La 2] del Apolo). 

Este es el primer álbum que han compuesto juntos los miembros del grupo (integrado ahora solo por dos). Y las piezas parecen diálogos (o combates) ¡a tres bandas!: sus originales mecanismos siguen siendo muy protagonistas. "Se podría decir que hemos compuesto el uno contra el otro. En trabajos anteriores siempre había una ponderación de las opiniones, decisiones que se acababan tomando por mayoría, pero al ser dos cada uno ha tenido que luchar para defender su posición, con golpes bajos si hacía falta", ríe Laia Torrents (teclados).

Corría el año 2001 cuando nació Cabo San Roque y su lúdica experimentación con sus descomunales y mágicos instrumentos inventados. El combo era notablemente más numeroso. ¿Qué ha pasado? "Hay muchas versiones acerca de la desaparición de los componentes de Cabo San Roque -contesta Roger Aixut (guitarras)-. Recientemente hemos tenido noticias de Carles, uno de los componentes originales que llevaba desaparecido unos cuantos años. Dicen las malas lenguas que se le ha visto en Nueva Zelanda haciendo de guía turístico. ¿Nuestro Cocodrilo Dundee? Quién sabe..."

Sonoridades industriales

Las sonoridades que produce su último ingenio mecánico, 'Tres tristos trons', "podrían clasificarse de industriales, metálicas, agresivas, rugosas...", describe el guitarrista. Pero el álbum en general remite a los inicios de la música electrónica, pasada por filtros setenteros. "Nos gustaba la idea de combinar una producción de los 70 y a la vez estar trabajando con estructuras y sonidos más contemporáneos: bajo sintético, música de baile...", explica la teclista.

En el compacto destacan piezas como 'Un paso queretano', un estimulante post-rock fruto de su paso por tierras mexicanas. "Es una versión de un tema que compusimos para la instalación sonora mecánica 'Los árboles aullaron' que construimos en Querétaro (México)", recuerda Torrents. Y llama la atención la reconocible versión de 'The sounds of hatari', de Henry Mancini, titulada 'Sorolls d'Hatari' y que formaba parte de la banda sonora de la película '¡Hatari!' (del director Howard Hawks).

"En esta pieza se concentran las únicas colaboraciones del disco: un solo galopante de órgano y piano de Pascal Comelade, la Kalimba de Pepe Seguí, y la guitarra eléctrica de Alessandro 'Asso' Stefana, que se ha encargado de la producción del disco", explica Aixut. Por cierto, es la primera vez que han recurrido a un productor externo. "Es que queríamos a alguien que no estuviera vinculado emocionalmente con la construcción de las máquinas".

Actitud 'punky'

No fue el único al que le encomendaron otra misión. Pascal Comelade firma las magníficas portada y contraportada del álbum. "Representa perfectamente las intenciones sonoras del disco: suciedad, contundencia, actitud punky… Cuando las recibimos estábamos esperando las mezclas y nos pusimos nerviosos pensando si la música estaría a la altura".

Cabo San Roque prepara una exposición que acogerá en diciembre Arts Santa Mònica, con todos los instrumentos que han utilizado. "Incluso vamos a traer desde México las máquinas de 'Los árboles aullaron' y que no se han podido ver por estas latitudes", adelanta Torrents. Pero, ¿cuántos acumulan? "Entendemos nuestros instrumentos como herramientas, no como una acumulación o colección de piezas finales, así que el número no importa. Eso sí, cada vez tenemos más requerimientos de espacio para almacenarlos. Creo que tendremos serios problemas al respecto".