REGRESO DEL DÚO ELECTRÓNICO

Hidrogenesse, ante la historia

El tándem barcelonés fabula con el pasado en 'Roma', disco que estrena en Music Hall

Protagonistas 8 Carlos Ballesteros, en la izuquierda, y Genís Segarra, los dos miembors de Hidrogenesse.

Protagonistas 8 Carlos Ballesteros, en la izuquierda, y Genís Segarra, los dos miembors de Hidrogenesse.

JORDI BIANCIOTTO / BARCELONA

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Al principio estaba la civilización egipcia, que, por supuesto, gana mucho interés cuando es explicada a través del filtro de Hollywood. Siguiendo un hilo que le conectaba con la antigüedad mediante una nostalgia ficticia, Hidrogenesse llegó a la conclusión de que la ciudad de Roma condensaba todas sus fantasías. Así que su nuevo disco lleva por título el nombre de la capital italiana, y este dúo integrado por Genís Segarra y Carlos Ballesteros lo destapa el sábado en Music Hall (22.00 horas; a las 20.30 actuarán sus amigos logroñeses de Espanto).

Debían tener el disco listo por estas fechas, pero el lanzamiento se ha retrasado hasta enero, lo cual no es obstáculo para que hoy repasen buena parte de su contenido. Canciones que hablan de cosas antiguas: mitos remotos, parejas que llevan 50 años, inventores de artefactos que nos cambiaron la vida. Todo empezó con un par de canciones dedicadas a Elizabeth Taylor y Terenci Moix. «Queríamos hacer un disco sobre el antiguo Egipto y nos dimos cuenta de que nos salían canciones sobre Hollywood», revela Segarra. Un viaje a Roma, a principios del verano, les hizo reaccionar. «Vimos que esa ciudad lo resume todo: ahí está Egipto, Hollywood, las piedras, la ciudad eterna, y cuando estás ahí sientes nostalgia por cosas que no están en Roma pero que flotan en su ambiente», razona el teclista a su singularísima manera.

Sintetizadores y feministas

Al final, se trata de una coartada para terminar confesando que las cosas antiguas les parecen «más divertidas que las modernas», apunta Ballesteros. Y no solo las icónicas, las reconocidas, sino también ese piano desafinado y con cuerdas rotas que utilizan en una canción. «Las cosas rotas también pueden ser más divertidas que las enteras», añade. En una de las piezas, A los viejos, con ritmo de charlestón, citan al rock'n'roll, el feminismo, los sintetizadores... ¿Todo eso ya es obsoleto? «¡No! Ahí hablamos de los viejos de nuestra generación, gente que hizo cosas guays, como Jean-Luc Godard, John, diagnostica Segarra.

Waters, las feministas radicales de los 60, los creadores de los primeros sintetizadores... Otras generaciones tienen viejos más aburridos»

En fin, que tras su sesudo (y muy loado) disco anterior, Un dígito binario dudoso, dedicado al matemático británico Alan Tuning, pionero de la inteligencia artificial, Roma tiene un aspecto un poco más ligero y travieso. «Es un disco con las cosas que nos gustan», resume Segarra. Con pop y electrónica en cambiante diálogo, buscando sonidos, zumbidos y timbres inéditos, dicen. Casi nada. «Cuando en un disco reconozco los sonidos pierde interés», anuncia Segarra, que está centrado en Hidrogenesse mientras su otro grupo, Astrud, reposa indefinidamente. «Manolo (Martínez) ahora es filósofo y está feliz con su trabajo. Aunque cantar es algo físico y placentero, quizá algún día lo eche de menos...».