HUMOR GRÁFICO

Liniers: «Me gusta la sorpresa y romper las reglas»

El dibujante argentino celebra 10 años de 'Macanudos' con un volumen especial de sus características tiras gráficas

Liniers, el año pasado en Barcelona. Arriba, la tira del 10º aniversario de 'Macanudo'.

Liniers, el año pasado en Barcelona. Arriba, la tira del 10º aniversario de 'Macanudo'.

ANNA ABELLA / BARCELONA

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El particular imaginario de entrañables, curiosos y estrambóticos personajes, protagonistas de un humor tierno-reflexivo-filosófico-naíf-crítico (según sople la tira), reflejo de las emociones, delirios e inquietudes de Ricardo Siri, Liniers Liniers(Buenos Aires, 1973) está de aniversario. Hoy llega a las librerías españolas Macanudo 10 Macanudo 10(Reservoir Books), un volumen especial que celebra una década de los recopilatorios de las tiras que el dibujante argentino viene publicando desde el 2002 en el periódico La Nación, en el que aterrizó apadrinado por Maitena, que había descubierto su historieta semanal Bonjour en el diario Página/12. Aunque mucho debe también su oficio a La guerra de las galaxias:  «Entonces no existía el vídeo y cuando una película se iba del cine se iba para siempre, así que empecé a dibujarla para tenerla siempre en casa». Según el propio Liniers, que aparca por un rato el dibujo que tiene entre manos para responder al teléfono desde su casa bonaerense, Macanudo no da respuestas sino que «es una colección de preguntas para que el lector saque las conclusiones que le sirvan». «Odio los libros de autoayuda», apostilla.

-¿Qué ha cambiado en Liniers en estos 10 años? 

-En tres cifras. De ser un tipo que generaba dibujitos pasé a generar seres humanos: mis tres hijas. Cuando empecé, mi fantasía era que me publicaran en Uruguay, nunca me imaginé en España, Italia, Francia... No puedo pedir mucho más. Estoy muy malcriado porque son 10 años de disfrutar mucho con los Macanudos. Los seguiré haciendo mientras me siga divirtiendo y sorprendiendo lo que sale, sino haré otras cosas.

-¿Como novelas gráficas?

-Acabo de publicar una novela gráfica, Posters, una historieta bastante absurda que venía saliendo en una revista. Ahora estoy haciendo un libro con el escritor Mario Bellatín y publiqué Cosas que te pasaron si estás vivo, especie de novela gráfica autobiográfica. Tengo muchos proyectos paralelos a Macanudo, me divierte hacer otras cosas, como una serie que se ve en Youtube, Eléctrica, donde soy la peor versión de mí mismo.

-¿Y cuál es la peor versión de Liniers?

-¡Me pillaste! Una persona engreída, que se cree famoso y no le interesa nadie más que él. El lado oscuro...

-Oscuro fue el año en que empezó tus tiras en La Nación, en el 2002, con el corralito en Argentina, tras el 11S... ¿Con Macanudo aportó 'buenrollismo' y sonrisas?

-Era casi un acto de rebelión. Hacía poco que habían caído las Torres y todo el mundo estaba muy negativo, había una sensación que traíamos del milenio y del fin del mundo y a mí me parecía que Macanudo, una palabra argentina que significa todo bien, era un antiestablishment positivo. En Argentina habíamos perdido mucha plata pero la gente seguía ahí, igual de increíble, [Ricardo] Darín seguía haciendo películas y Les Luthiers cantando, y Messi aún seguía en Buenos Aires. Es lo que Macanudo trataba de subrayar.

-El humor, ¿imprescindible en épocas de crisis?

-Es un mecanismo de autodefensa. Siempre que estamos mal nos reímos, nunca falta un chiste en un funeral, es nuestro paragolpes. Ahora publico una tira muy extrema en Mongolia, y esa revista es un ejemplo de antídoto humorístico de la crisis. Cuanto peor estamos más necesitamos del humor para sobrevivir.

-Al principio los lectores de La Nación se quejaban de que no entendían sus tiras.

-Era muy comprensible porque el humor acá [en Argentina] siempre era muy directo y mi tira rompía reglas, como lo del principio y desenlace, de un remate de tira... Yo prefiero la sorpresa y para encontrarla se necesita romper reglas. Es básico en el arte. Y Macanudo siempre fue muy rebelde en ese sentido. El humor cuando es raro o diferente necesita de un tiempo de adaptación para entenderlo. Hace falta un tiempito para entender Macanudo.

-Una tira diaria... ¿Teme al papel en blanco, a la falta de ideas?

-Es como salir a correr, uno va ejercitándolo. El humor gráfico, cuanto más lo haces más fácil es, menos cuesta. Te haces un oficio. Hay una frase de Steinbeck que dice que las ideas son como los conejos, si tienes un par y las tratas bien dentro de poco tendrás más. Cuando empecé me costaba semanas pensar un chiste y luego en un día sacas uno.

-Tiene todo un universo de personajes.

-La razón por la que aparecen nuevos personajes es porque busco nuevos registros de humor. Cuando empecé el Misterioso Hombre de Negro quería algo muy absurdo y surrealista; con la aceituna Oliverio, el humor negro, ahora tengo la calavera Guadalupe, también con humor negro… Y me dibujé como conejo porque me gusta el humor autorreferente y me metí en el caldo a ver qué pasaba. Unos duran cuatro tiras y otros piensas que no durarán y luego… me pasó con Olga, un personaje que solo dice Olga creí que no tendría muchas posibilidades y llevo como 200 tiras de Olga y sigue.

-Siempre ha confesado la influencia de Mafalda. ¿Qué piensa cuando te llaman heredero de Quino?

-Que la gente exagera mucho. Yo empecé a leer con Mafalda, es el primer libro que recuerdo y la influencia de Quino sobre mí va más allá de como historietista, es como persona. Lo que uno lee de chico se transforma en lo que luego sos. Ahora tengo tres niñitas por educar y veo que se subestima mucho la literatura infantil, que se les da a leer cualquier cosa. Pero la base de lo que será nuestra vida la construimos en la infancia. Roald DahlMafalda Tintín son personajes que siempre se están cuestionando el mundo de los adultos, no son libros que te enseñan a portarte bien. Prefiero que mis hijas lean cómo Mafalda se resiste a comer sopa a que sean como ovejas que van donde se supone que deben ir.

-Sus fuentes de inspiración, Bob Dylan, Woody Allen, Robert Crumb, Tintín, Astérix, Chaplin... dicen mucho de usted.

-Y Lenon, Quino, Les Luthiers, Spiegelman... Lo que me maravilla y me admira de estos tipos es que no solo me han entretenido con sus películas y libros sino que te hacen pensar en qué es estar en el planeta y tratan de hacerte más humano. Tras leer a Quino o ver a Chaplin te transformas en mejor ser humano. La música de los Beatles hizo que el mundo fuera mejor y que la gente pensara de manera más linda. Con internet tienes mucha información y siempre habrá gente que trabaja para que pienses más o para que pienses menos. La responsabilidad es solo tuya si pasas el tiempo con la que te hace pensar menos, como la tele del corazón y otras pavadas, en lugar de ver una película de Kurosawa, Scorsese Terry Gilliam. Tú eres el responsable de tu atrofiamiento cerebral.

-La crítica sí late en las viñetas de Esos locos, locos políticos. 

-Es que todos tenemos estos personajes pululando en nuestros países. Macanudo Macanudoes un espacio donde tengo la mayor libertad y si puedo hacer catarsis mandando a uno de ellos al diablo disfruto mucho. Pero debemos hacernos responsables de la clase política que tenemos porque no son extraterrestres llegados del espacio. Los ha generado nuestro sistema educativo. El código de ética lo aprendieron en nuestra sociedad. El cambio arranca en casa.