Adrià Puntí, 'capgirat'

El domingo, a las 21.00 horas, en el Auditori de Girona, donde el pasado mes de octubre se grabó el DVD en directo Incompletament Puntí: un cor emigrant, volverán a sonar canciones del artista más célebre de Salt. Pero esta vez, Puntí no subirá al escenario, aunque puede que esté entre el público para ver cómo la Girona Jazz Project da un giro jazzístico a algunos de los clásicos de su cancionero. De momento, Puntí asistió a uno de los ensayos y asegura que le gustó lo que oyó. «Es otro concepto y respeto mucho el trabajo que han hecho», dice el músico. «Fue sorprendente escuchar una canción mía a ritmo de bossanova, pero funciona».

Con el concierto del repertorio de Adrià Puntí, que inaugura el Festival de Jazz de Girona, la Girona Jazz Project (GJP) sigue la línea de proyectos dedicados a distintos compositores que empezó en el 2008, y por primera vez elige un autor ajeno al mundo del jazz, una música a la que Puntí se siente cercano. «No es mi terreno, pero me gusta mucho y en mi música utilizo algunos elementos del jazz». El trompetista valenciano David Pastor, invitado de la GJP para este proyecto, se reconoce sorprendido por la materia primera con la que han trabajado. «De entrada me impresionaron las letras, como a todo el mundo. Pero además no es como el resto de músicos de pop», dice Pastor. «Te das cuenta enseguida de que es un autor libre y guiado por la intuición, en cada canción sigue una línea distinta».Para reforzar esta variedad, los arreglos de las piezas corren a cargo de distintos de los músicos de la GJP. «A algunas canciones les hemos dado mucho la vuelta», dice el batería Ramón Prats. «Por ejemplo, Mirall capgirat tiene una estructura de espejo, con un motivo que abre y cierra la pieza, y en Ull per ull hay un juego rítmico muy interesante». Para Prats, miembro de proyectos vanguardistas como Duot o el Liquid Trio de Agustí Fernández, el talento de Puntí como compositor está en saber cuándo dar protagonismo a la música y cuándo al texto. «Si una frase tiene mucha potencia, Puntí la deja tal como está, aunque eso haga que la métrica sea algo irregular. Juega con la fonética igual que juega con la música». 

En la adaptación al lenguaje del jazz del universo de un cantautor tan singular como Puntí, el papel más comprometido es el de cantante, que corre a cargo de la vocalista Clara Luna, autora de algunos de los arreglos del proyecto. En el ensayo al que asistió, Puntí dio algunas indicaciones a Luna. «Me lo pidió ella, que conste. Le dije que te puedes tomar muchas libertades, pero para empastar la letra con la música hay que ser fiel al original».