Tàrrega abraza la diversidad

Un barco-isla con un puñado de felices nativos. Pescan, bailan, recogen los desechos del mar y celebran la vida al enérgico ritmo de cuatro músicos en directo. Al poco, llega una embarcación con unos uniformados y alegres turistas. La tormenta se avecina... Es La ira dels peixos, la propuesta del chileno Ignacio Achurra que este viernes inaugurará FiraTàrrega tras su estreno, el miércoles, en el Parc de la Ciutadella, dentro de los actos de la Nit Blanca del Tricentenari. Un espectáculo para todos los públicos que combina danza, teatro físico, pirotecnia... en una narrativa muy visual, con pinceladas del universo furero y de Comediants.

Una decena de bailarines-actores dan cuenta de la historia: el encuentro entre ambos grupos, inicialmente festivo y pacífico, pero que dará un vuelco cuando una tormenta les obligue a una larga convivencia. En la lucha por la supervivencia, el poderoso gatillo de los recién llegados se impondrá. «Es una metáfora de las tensiones que surgen entre distintas culturas, naciones, pueblos... La lucha por el control territorial y los conflictos y agresiones que aparecen en las relaciones cuando escasean los recursos, los alimentos», explica el creador de esta producción de la Fira cuyo canto a la diversidad cultural y a la resistencia de los pueblos entronca con la realidad de Catalunya.

Achurra ha querido conjugar la emoción, la vistosidad plástica y el discurso, el grito por el respeto a las minorías, al que agrega otra reflexión: «La incapacidad de los seres humanos de convivir con la naturaleza, víctima invisible de nuestras guerras, y nuestra obsesión por dominarla».Habrá otras muchas reflexiones y emociones en la gran plataforma de las artes escénicas de FiraTàrrega. Por las calles, plazas, salas -y algún espacio no convencional como una granja- de la capital del Urgell desfilarán hasta el domingo un total de 80 compañías (21 internacionales, 37 catalanas y 22 del resto de España). Propuestas de teatro, circo, danza, música y multidisciplinares, con invitados llegados de Eslovaquia, República Checa, Hungría, Polonia, Argentina, Bélgica, Italia, Francia y Gran Bretaña. Un cruce de fronteras que, como La ira dels peixos, supone un canto a la diversidad e intercambio cultural.