Rutas con arte

1. 'Balloon Dog Yellow' (1994-2000), de Jeff Koons. 2. 'Laocoonte' (1610-1614), de El Greco. 3. 'Francia' (1932),  de Henri Cartier-Bresson.  4. 'Bañistas en la playa' (1915), de Walt Kuhn. 5. 'Blue Nude II' (1952), de Henri Matisse.  6. 'Aparició d'

1. 'Balloon Dog Yellow' (1994-2000), de Jeff Koons. 2. 'Laocoonte' (1610-1614), de El Greco. 3. 'Francia' (1932), de Henri Cartier-Bresson. 4. 'Bañistas en la playa' (1915), de Walt Kuhn. 5. 'Blue Nude II' (1952), de Henri Matisse. 6. 'Aparició d'

NATÀLIA FARRÉ / Barcelona

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Sabido es que este año el mundo del arte más cercano tiene dos nombres propios: Doménikos Theotokópoulos, 'El Greco', y Antoni Viladomat. Del primero se cumple el cuarto centenario de su muerte y Toledo, la ciudad que lo acogió durante más de 30 años, celebra la efeméride luciendo sus obras más importantes. El segundo fue el pintor barroco catalán por excelencia y es el artista de cabecera del Tricenteari. Motivos más que suficientes para recuperar su figura y salpicar el país con muestras a él consagradas. Así pues, parece lógico que un verano con rutas con arte tenga como visitas obligadas la capital manchega y Girona, Mataró y Lleida, las tres últimas sedes de las principales muestras centradas en el maestro catalán. Pero estas no son las únicas ciudades con una oferta expositiva capaz de hacer olvidar la hamaca y la playa propias del estío por las telas y las tres dimensiones propias de las salas de arte. Ahí están también Londres, Nueva York, Madrid y el expenal de Alcatraz, en San Francisco, por poner algunos ejemplos.

Viladomat en cinco muestras

Lo más asequible geográficamente es dedicarse a descubrir la figura de Viladomat (1678-1755), un pintor muy conocido y reconocido hasta que la guerra civil se llevó por delante el 80% de las iglesias del país y con ellas gran parte de la obra y los nombres del barroco. Se salvó de las bombas Santa Maria de Mataró y su Conjunt dels Dolors, uno de los mejores ejemplos del trabajo de Viladomat y uno de los cuatro epicentros de las exposiciones dedicadas al pintor. Pero para redescubrir a Viladomat hay que pasar también por el Museu d'Art de Girona, donde lucen algunas de sus obras inéditas, como su autorretrato recientemente localizado y que es el primero conocido de la pintura catalana. Y por el Museu Diocesà i Comarcal de Lleida, donde se exponen seis de las 20 pinturas del ciclo que el artista dedicó a la vida de San Francisco, su otra gran obra maestra junto a Els Dolors. El Museu de Mataró, con piezas atribuidas recientemente, y el Museu Nacional de Catalunya, con una muestra de dibujos, completan la oferta sobre Viladomat.

La intimidad del pequeño formato

Pero no solo de barroco vive el mundo expositivo catalán. Sant Feliu de Guíxols, en el Espai Carmen Thyssen, revive la evolución en la manera de plasmar el paisaje en el lienzo sufrida a lo largo de los siglos XIX y XX con obras de la colección de Tita Cervera que reúne figuras de la talla de Renoir, Sisley, Monet, Gauguin, Matisse, Kuhn y Goncharova. Mientras que CaixaForum exhibe todos los colores y las luces del mar de la mano de Joaquín Sorolla, y reúne los pequeños tesoros del Museo del Prado en 'La belleza cautiva', 'desde la edad media a Fortuny, pero siempre con piezas de formato reducido mostradas por la pinacoteca madrileña solo en ocasiones puntuales.

El Greco, Hamilton y Cartier-Bresson

Pese a que El Prado ha mandado parte de sus obras a Barcelona,  no se ha quedado desnudo, ni mucho menos. En él han aterrizado un centenar de piezas, entre ellas el 'Laocoonte' de la National Gallery de Washington y  'La visión de san Juan' del Metropolitan, para vestir 'El Greco y la pintura moderna', la muestra del verano en Madrid, con permiso de las retrospectivas dedicadas a Richard Hamilton (Museo Reina Sofía) y a Henri Cartier-Bresson (Fundación Mapfre). La exposición habla del hechizo que ejerció el cretense en las vanguardias y aúna los lienzos salidos de la mano de El Greco con las telas surgidas de los pinceles de figuras como Picasso, Cézanne, Manet, Chagall, Modigliani, Pollock y Bacon. Es la segunda de las grandes exposiciones del Año Greco, y allana la espera entre la ya acabada 'El griego de Toledo', celebrada en la capital manchega hasta el 14 de junio, y la por venir, también en la ciudad castellana, 'El Greco: Arte y Oficio', a partir del 9 de septiembre. Esta comparará los lienzos originales del cretense con los realizados por los artistas de su taller. Pero Toledo también tiene oferta durante el mes de agosto: de ahí no salen nunca ni 'El Expolio de Cristo' ni 'El entierro del Conde de Orgaz', dos de las grandes obras maestras del cretense.

Todo Jeff Koons,en Nueva York

Más contemporánea es una de las consideradas exposiciones del año, la monumental retrospectiva que el museo Whitney de Nueva York le dedica al artista vivo más cotizado en subasta: Jeff Koons, su 'Balloon Dog (Orange)' de acero pulido alcanzó la cifra de 43 millones de euros en una puja celebrada por Christie's el pasado mes de noviembre. La muestra llegará al Guggenheim de Bilbao en junio del 2015, mientras en el centro vizcaíno se puede disfrutar de una magnífica antológica de una de las figuras más destacadas de la vanguardia a la par que más subestimada: Georges Braque, padre del cubismo junto con Picasso. En la otra punta de EEUU, en San Francisco, también  habrá una intervención esperada, la que, a partir del 27 de septiembre, el artista disidente chino Ai Weiwei desplegará en la que fue una de las prisiones más legendarias de la historia: Alcatraz. Será la primera vez que el expenal acoja una manifestación artística y la muestra versará sobre la privación de la libertad como castigo.

Matisse y sus coloristas 'collages'

Mucho más cerca que Nueva York queda la que sin duda es la capital del arte del momento: Londres. La oferta de la ciudad es inabarcable: Matisse, Malevich, Turner, Kiefer y Constable. Los tres últimos con propuestas potentes -en la Tate Britain, la Royal Academy y el Victoria and Albert Museum, respectivamente- pero solo aptas para los que gozan de las vacaciones en el último turno, pues todas empiezan la segunda quincena de septiembre. Ya en marcha están las dedicadas a Matisse y Malevich, ambas en la Tate Modern. 'The Cut-Outs', una muestra que tiene a la crítica unánimemente rendida, reúne 130 de los coloristas collages elaborados por el artista francés en la última etapa de su vida. Y 'Malevich' recorre toda la trayectoria del suprematista ruso con la exposición de 'Cuadrado negro', la más conocida y radical de sus piezas, incluida.

De Miguel Ángel a Lucio Fontana

Forma de retrospectiva y monumental, más de 200 piezas icónicas, tiene una de las dos exposiciones del verano en París, la dedicada, en el Museo de Arte Moderno, a uno de los visionarios del siglo XX, creador del espacialismo y precursor del arte conceptual, que no es otro que Lucio Fontana. La muestra reúne sus famosas telas agujereadas, escultura y cerámica, y está conceptualmente muy lejos de la otra manifestación artística del momento en la capital francesa: 'París 1900. La ville spectacle', la exposición que sumerge al espectador en el ambiente de la Belle Époque, en el Petit Palais. Dos propuestas muy diferentes a las que ofrece Roma que a sus obras de arte  permanentes suma una exposición sobre Frida Kahlo y otra sobre Miguel Ángel. Esta última, en los Museos Capitolinos, reconstruye el universo que rodeó al genio y presenta, por primera vez juntas piezas como el 'Cristo de la Minerva', la 'Virgen de la Escalera', el 'Crucifijo Gallino' y 'Bruto'. Kahlo brilla en las Escuderías del Quirinale con 160 obras que indagan sobre la relación de la mexicana con todos los movimientos artísticos de su época, desde el modernismo mexicano al surrealismo internacional.