LA BIENAL DE ARTE ITALIANA

Catalunya llevará el cine experimental de Albert Serra a Venecia

Chus Martínez y Albert Serra, durante la presentación del proyecto para la Bienal de Venecia.

Chus Martínez y Albert Serra, durante la presentación del proyecto para la Bienal de Venecia. / JULIO CARBÓ

NATÀLIA FARRÉ / Barcelona

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Complejo, sí. Interesante, también. Así pinta el proyecto catalán que el Institut Ramon Llull llevará a la próxima Bienal de Arte de Venecia (del 9 de mayo al 22 de noviembre del 2015) y que ayer presentó de la mano de sus dos protagonistas: Albert Serra y Chus Martínez. Dos nombres propios dentro del mundo del arte, aunque los más ortodoxos prefieran situar al autor de 'Història de la meva mort' dentro del cine. Arte o cine, la clasificación carece de sentido para un proyecto que, en parte, se basa en la rotura de barreras entre géneros o en evidenciar que ya no existen los compartimentos estancos entre materias (se hable de arte, de cine, de ciencia o de tecnología). Y que tiene su razón de ser en el cambio de paradigma que supone la llegada del siglo XXI, de ahí el nombre del proyecto: 'La singularitat'. Un término que Martínez, su comisaria, afirma parte de "la singularidad matemática y tecnológica" y define con conceptos como "nueva inteligencia" y afirmaciones del tipo "el arte conecta mundos que no están conectados de forma lógica. Es nuestra máxima herramienta especulativa".

Dicho esto, La singularitat tiene una parte menos densa que es la que Serra materializará en una propuesta audiovisual: "Una narración principal que se explicará desde diferentes puntos de vista y desde múltiples pantallas pero que solo tendrá una voz", explica el cineasta. Y que "mirará las formas de narrar que conocemos y las posibilidades del cine del futuro", apunta la comisaria. Será la primera vez que el realizador trabaje en formato multipantalla, y esa posibilidad, la de poder añadir a sus películas elementos propios del arte, "más heterogéneos, aquellos que son inadmisibles en el cine, como la diversidad de pantallas o la libre asociación de ideas, por ejemplo", es lo que le fascinó a la hora de aceptar el proyecto en un momento que se sentía "aburrido y limitado" por la narración tradicional. Un trabajo que promete tendrá "un punto de experimentación y complejidad", y a la vez "una cierta lectura" y que evitará "la exigencia monumental" que le caracteriza.

En los próximos nueve meses Serra irá rodando de manera escalonada un guion que afirma ya tiene escrito y que surgió de un encuentro fortuito durante el último Festival de Cannes. Explica el realizador, que instalado en un hotel barato de las afueras de la ciudad francesa, coincidió con un hombre trajeado con esmoquin que le propuso compartir un taxi. El personaje en cuestión le contó que estaba escribiendo un guion sobre un hombre que quería matar al mejor amigo de su padre y, a su vez, también le habló de una gran fiesta celebrada en el yate del fundador de Microsoft. Lo primero –punto de partida y argumento inicial de la película– le llevó a pensar que "era un tema demasiado complejo para explicarlo con la narrativa convencional"; lo segundo le hizo darse cuenta de que "había varios parámetros dentro de la realidad, porque ninguno de los actores o productores o directores que conocía sabía de esa fiesta".

Con el encuentro, el germen de 'La singularitat' ya estaba en marcha. Y la colaboración con Martínez, actualmente directora del Instituto de Arte de la Academia de Arte y Diseño de Basilea (Suiza), llevaba tiempo andando, desde que la comisaria era conservadora del Macba (2008-2011), y más recientemente intensificada cuando Martínez, siendo una de las responsables de la última documenta de Kassel (Alemania), lo seleccionó para participar en la cita. La elección del proyecto actual para Venecia ha corrido a cargo de un jurado compuesto por Marta Gili, Bartomeu Marí, Joan Minguet, Xavier Antich, Martin Millà, Llucià Homs y Damià Martínez. Y cuenta con un presupuesto de 145.000 euros para su producción, aunque el montante total de la participación catalana en Venecia llegará a los 400.000 euros.