Festival de verano de Barcelona

L'eclipsi' impacta al TNC

La ópera de García Demestres seduce con su estructura de tragicomedia

Maria Hinojosa, en la representación.

Maria Hinojosa, en la representación.

CÉSAR LÓPEZ ROSELL
BARCELONA

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No es habitual asistir a un estreno de ópera contemporánea con tan entusiasta acogida como la que tuvo el miércoles L'eclipsi en el TNC. Las aclamaciones al final de la función se prolongaron durante varios minutos. El público había disfrutado con esta alocada pero medida tragicomedia musical. La versión libre que Alberto García Demestres ha hecho del estupendo texto de Paco Zarzoso funciona a la perfección y la dirección escénica de Xavier Albertí le ha dado al montaje equilibrio, agilidad y un extraordinario dinamismo.

Tal vez a partir de este éxito se desmonten muchos de los prejuicios que suscitan este tipo de propuestas, a pesar de que muchas veces no responden a las expectativas. Albertí y García Demestres  ya habían coincidido el pasado verano en Peralada con Wow!, y volvieron a demostrar una gran compenetración con una obra más ambiciosa, arropada por una detallista escenografía de Llorenç Corbella, con una bien ambientada sala de ceremonias y un cementerio, y un efectista vestuario de Montse Amenós.

ELEMENTOS BIEN ENSAMBLADOS / Con todos estos bien ensamblados elementos, la trama se desenvuelve con precisión. En ningún momento, a pesar de las partes habladas a cargo de unos implicados Mercè Sampietro (madre difunta) y Pere Ponce (leninista empleado del cementerio) se pierde el hilo musical narrativo.  El empresario Ramon (sólido Antoni Comas), propietario de una multinacional hotelera, ha organizado la boda de su hija Leonor (una Maria Hinojosa de gran presencia escénica y buenos recursos vocales) y Carla (estupenda Anna Alàs). Todo se ha diseñado siguiendo la carta astral de las dos novias.

El enlace se celebrará durante un eclipse solar que llegará acompañado de turbulencias climatológicas y de otros hechos que darán paso a hilarantes imprevistos y situaciones del pasado mal resueltas. Niñas que juegan con calaveras, monjas cabareteras y los monstruos de cada uno saliendo a la luz irrumpirán en el escenario.

El septeto dirigido por el propio Demestres se desenvolvió con solvencia. La desaparición del sol hace que emerja lo más oscuro de una partitura que explora los momentos más tenebrosos de los protagonistas. En la composición hay mucho recitativo, pero también arias de gran belleza como las que interpretan las dos novias o las más delirantes de una brillante Isabella Gaudí (Diana). Elisenda Pujals (fotógrafa y expareja de Carla), Claudia Schneider (Penélope y hermana de Leonor) y Josep Ramon-Oliver (pintor) completan un elenco de altura.