ENTREVISTA CON EL músico

Bryan Ferry: "Sé que la gente espera algo de mí"

Auditori del Fòrum

Sábado, 5 • 21.00 horas

«Sé que  la gente espera  algo de mí»_MEDIA_1

«Sé que la gente espera algo de mí»_MEDIA_1

ROGER ROCA
BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Bryan Ferry vuelve mañana para poner el cierre al 25º Guitar Festival BCN (21 horas) en el Auditori del Fòrum. Sin repertorio nuevo para presentar, el elegante músico británico, de 68 años, propone un repaso a su carrera, desde canciones de los inicios de Roxy Music a su último trabajo. Ferry atiende a EL PERIÓDICO vía telefónica.

-Olympia (2010) tuvo muy buena acogida crítica, pero en esta gira apenas lo toca. ¿Le cuesta presentar novedades a su público?

-Hay gente más valiente que se atreve a tocar todo su disco nuevo. Yo soy consciente de que la gente espera algo de mí y presento lo nuevo en pequeñas dosis. Esa libertad la tienen los artistas con menos trayectoria.

-¿Envidia en algo a esos artistas noveles?

-Tengo una obra tan  extensa que podría hacer un concierto totalmente imprevisible, pero me temo que alienaría a todas esas personas encantadoras que han pagado su buen dinero para verme (se ríe). En el fondo se trata de dar forma a un conjunto interesante de canciones, y este representa lo que más me gusta de mi trayectoria.

-«Bryan Ferry es sinónimo de elegancia». ¿Le parece una simplificación? 

-Para ir al estudio, aunque esté solo, Nick Cave siempre viste traje. Es una forma de respeto por su trabajo. Yo hago algo parecido. Cuando era pequeño veía que los grandes músicos de jazz que me gustaban siempre vestían chaqueta. Es parte de mi educación, como las películas de Cary Grant. Pero lo importante es la música.

-Se lo decía en un sentido más amplio.

-Es complicado. La música son emociones, instintos y sentimientos que nacen del estómago, y luego le añadimos ideas para hacerlas más interesantes. De aquí mi interés por las letras, por el contraste entre estilos.

-Señor Ferry, ¿qué le motiva como artista a estas alturas?

-Siempre he necesitado expresarme. Primero lo hice a través de las bellas artes cuando estudiaba, y luego descubrí que lo podía hacer con la música. El trabajo en el estudio de grabación es lo más importante porque ahí es donde se da forma a lo nuevo. Y supongo que el escenario es bueno para el alma, porque allí recibo el aplauso que completa el círculo.

-En los años 80, las nuevas bandas de pop aspiraban a ser como usted. Hoy es un valor seguro. ¿Influencia artística o popularidad? ¿De qué está más satisfecho?

-De mi obra en su conjunto. He intentado que sea variada. Por eso hice discos de versiones, me interesaba ver cómo podía proyectarme en una canción de Bob Dylan, por ejemplo. A veces eso despista a tu público, porque unos quieren que hagas música de vanguardia, otros no…

-Últimamente ha a colaborado con éxito con productores de electrónica como DJ Hell o Todd Terje. Esos encuentros entre generaciones no siempre funcionan.

 

-Hay algo en mi música del principio, la repetición rítmica quizá, que no está tan lejos del mundo de la música de baile y despierta sus simpatías.

-Cuando Roxy Music actuó en el festival Sonar en el 2010, su compañero Phil Manzanera contó que había nuevas canciones de la banda. ¿Las llegaremos a oír? 

-La gira fue bien, nos juntamos en el estudio, y luego no sé qué ocurrió… Trabajar con gente a la que conoces de siempre es divertido, hay algo de química que no se pierde. Pero no me apetecía pasarme años en el estudio compitiendo por ver quién era el líder. Supongo que perdí el interés y me centré de nuevo en lo mío. Sí, eso fue lo que ocurrió.