Vida se propone ser el festival cómodo

El formato dominante de festival con múltiples y descomunales escenarios ante a los que se agolpan miles de personas ha llevado a asumir que un festival con artistas de nivel internacional tiene que ser un espacio masificado y saturado de conciertos en el que el público va de un lado a otro al grito de «¡corre, que tocan la buena!» Este fin de semana nace un festival cuyo principal objetivo es crear el entorno idóneo para que la música se disfrute en óptimas condiciones. Es el Vida y se celebra este fin de semana en Vilanova i la Geltrú.

Heredero del coqueto Faraday que se celebró los últimos 10 años en el Molí de Mar de esta localidad costera, Vida nace alrededor de la Masia d'en Cabanyes, mansión colonial de la saga de los Cabanyes que aportó poetas, pintores e ingenieros de renombre a la Catalunya del XIX. En un plácido entorno de olivos y pinos donde los vecinos de Vilanova suelen celebrar barbacoas, se instala mañana y el sábado la primera edición de un festival con aforo para diez mil personas y que acogerá 12 conciertos por jornada. Sí, solo 12.

Vida importa el modelo que hace años ya desarrollan festivales europeos como Green Man, Secret Garden y End of the Road. Son formatos dirigidos a melómanos adultos (y padres de familia) y concebidos como un espacio en el que degustar la música en vez de engullirla. Un modelo de éxito en Inglaterra, puesto que la media de edad del consumidor de música indie (la que nutre este tipo de  festivales) es cada vez más alta.

El director del festival, Dani Poveda, no se cansa de repetir que el verdadero cabeza de cartel del Vida es el propio recinto. No puede ser de otro modo si su plan no es que la gente venga a ver a Lana del Rey, Yo La Tengo, Rufus Wainwright o M. Ward (por otra parte, artistas muy vistos en Catalunya), sino que en el 2015 quiera repetir visita independientemente de quien actúe; solo porque en el Vida se está a gusto. No tardará en ganarse calificativos como festival gourmet o festival delicatessen.

La obsesión del Vida es el trato al público y para ello se ha habilitado zona de acampada y de caravaning y en su interior habrá una variada oferta gastronómica a disfrutar en las zonas de picnic. En los jardines de la masía habrá zona de talleres y actuaciones para los niños así como cambiadores de bebés y párking de cochecitos. Un carril bici conectará el recinto con el centro de Vilanova.

AH, SÍ, LOS ARTISTAS / Para los que aún se guíen más por el nombre de los artistas programados, la primera edición del Vida cuenta mañana con conciertos de Rufus Wainwright (en solitario), del músico estadounidense de folk-rock M. Ward (con banda) y del grupo canadiense Timber Timbre, versión narcótica del afrutado y grave country-soul de Lambchop. Este norteamericano y sobrio bloque central del cartel será sacudido por los británicos Archie Bronson Outfit y Cheatahs, el sevillano Sr. Chinarro, el valenciano Alberto Montero y los catalanes Mishima, El Último Vecino, Joan Colomo y Pau Vallvé.

Al día siguiente Lana del Rey, recién llegada de Montecarlo, estrenará su tercer disco, Ultraviolence, en su única actuación en España, justo después de que Hidrogenesse, recién llegado de Roma, desvele las intenciones de su inminente disco, titulado justamente Roma. Será una jornada de contrastes en la que unos Yo La Tengo anti-envejecimiento ofrecerán su enésimo concierto en España y Silvia Pérez Cruz y Raúl Fernández brindarán otra escenificación del turbador Granada. Los canadienses Austra, los portugueses Paus, los canarios Tom's Cabin, los madrileños The Parrots y los catalanes Nuria Graham, Pional y Copa Lotus completan el menú del sábado.

Para que no parezca que el festival da la espalda al mar ni al pueblo, habrá matinales el sábado y domingo con actuaciones de Joanna Serrat, BFlecha y Lost Twin, entre otros, en la discoteca-terraza Daurada Beach Club situada en playa de Vilanova.