Beatriz de Moura pasa el testigo

Tusquets se muda a la sede de Planeta, su fundadora pasa a ser presidenta de honor y Juan Cerezo la sustituye como director editorial

Beatriz de Moura y Juan Cerezo, en la sede de Tusquets, a punto para la mudanza.

Beatriz de Moura y Juan Cerezo, en la sede de Tusquets, a punto para la mudanza. / ELISENDA PONS

ERNEST ALÓS / Barcelona

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Hace poco más de dos años, Beatriz de Moura unió el futuro de la editorial que creó hace 45 años, Tusquets Editores, al de Planeta. El acuerdo de asociación preveía que durante cinco años, del 2012 al 2017, la familia Lara adquiriese gradualmente la editorial, que dejaría la administración y la distribución en manos del Grupo Planeta pero mantendría sede, consejo de administración y equipo editorial autónomos, con la fundadora del sello al frente. Ese acuerdo sigue en pie, pero la crisis en el sector del libro han llevado a tomar dos decisiones trascendentales. Beatriz de Moura, a sus 75 años, da un paso al lado, "feliz y contenta" pero "cansada", y pasa a ser presidenta de honor de Tusquets mientras su mano derecha, Juan Cerezo, la sucede como director editorial (con Jesús Badenes, director general de Planeta, en la presidencia del consejo de administración).

Además, cuenta de resultados en mano, Tusquets trasladará su sede a la séptima planta del edificio corporativo de Planeta. En el 2012 vendió a Planeta Corporación su torre de la calle Cesare Cantù y se trasladó a un principal de alquiler junto a Francesc Macià cuyo coste, explica De Moura, "pesaba demasiado en los resultados de Tusquets". "Cambiamos de edificio pero no cambiamos de casa; la casa se traslada", explica Juan Cerezo. A una casa más grande donde, dice, ha encontrado "un fair play que es muy de agradecer".

El traslado de la editorial se producirá durante el mes de julio. Tras el cierre por vacaciones, Tusquets reiniciará el 1 de septiembre sus actividades en el edificio del Grupo Planeta en la avenida Diagonal.

A diferencia de lo sucedido en el 2012, esta vez el cambio no va acompañado de una drástica reducción de personal. "Seguiremos el mismo equipo que aquí, con el mismo catálogo, autores, colecciones y novedades", añade Cerezo. Hasta que se llegue al 2017, explica la editora, la integración en la estructura editorial del Grupo Planeta (con decisiones cada vez más centralizadas) será parcial. A partir de esa fecha, pasará lo que tenga que pasar.

"Quiero descansar un poco", confiesa Beatriz de Moura. Dejará el día a día y se retirará a un piso de la plaza Gala Placídia, con la placa de Tusquets en la puerta, desde donde se dedicará a ordenar el fondo documental de Tusquets de cara a su futura cesión ("no venta", precisa) a una institución "aún por elegir" y gestionará el fondo económico Antonio López Lamadrid, creado en recuerdo de su fallecido compañero, con el que gestionó Tusquets durante tres décadas. Este fondo otorgará una beca de creación anualmente y dispondrá de una bolsa de ayudas a la actividad de los autores de la editorial.

Tiempos duros

Tras la necesidad de ahorro que ha llevado al traslado y tras el cansancio que confiesa la editora está "una situación muy difícil para el sector"; no solo debido a la crisis económica sino también, dice, a "lo otro". La piratería y la erosión del libro por la suma de muchas distracciones digitales. "Antes los políticos decían que no tenían tiempo para leer. Ahora lo dice todo el mundo", bromea, solo a medias, De Moura. "Las ventas siguen bajando, no por suerte en América Latina pero sí en EEUU y en los países europeos de referencia (¡en Francia es un descalabro!), y el día que este descenso llegue a un suelo, este suelo será muy bajo. Y el tipo de empresa tendrá que ser muy diferente de como estaba concebida una empresa editorial", vaticina la editora. "Hay un gran interrogante, y nadie tiene respuestas. Yo ya me siento un poco fuera de este mundo. Rara", concluye.

Beatriz de Moura ve el futuro complicado. Y cree que ya le ha pasado el tiempo de tener que bregar en primera línea con él. "Tengo la sensación de que he hecho las cosas bien. De que al hijo lo he puesto en buenas manos".