FOTOGRAFÍA COMPROMETIDA en el DOCFIELD>14

Puñetazo directo al estómago

Darcy Padilla sobrecoge con 'Family Love', la vida de una enferma del sida

Darcy Padilla, frente a algunas de las fotos de la muestra, ayer en el Arts Santa Mònica.

Darcy Padilla, frente a algunas de las fotos de la muestra, ayer en el Arts Santa Mònica.

NATÀLIA FARRÉ / Barcelona

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Sobrecogedora, impactante y dolorosa, como mínimo, es la serie de instantáneas que durante casi 20 años la fotoperiodista Darcy Padilla (EEUU, 1965) tomó a Julie Baird, una joven drogadicta con una historia de abusos y pobreza detrás, que acabó muriendo de sida con solo 36 años.El trabajo es una de las obras de referencia de la fotografía documental actual y recibió, en el 2010, el prestigioso premio W. Eugene Smith de Fotografía Humanista. Uno de los muchos galardones que la fotógrafa norteamericana, con una carrera comprometida con la denuncia social, ha obtenido por sus obras. Ahí están también la mención de honor del World Press Photo, en el 2012, por este trabajo y la beca Guggenheim por sus imágenes tomadas en los albergues de uno de los barrios más pobres de San Francisco.

Ahora, parte de las imágenes que Padilla realizó a Julie Baird, y que ha agrupado bajo el nombre 'Family Love', lucen, de mañana al 14 de septiembre, en el Arts Santa Mònica en el marco del Docfield>14, festival dedicado a la fotografía documental. Es la primera vez que la serie se exhibe entera e incluye imágenes inéditas. Instantáneas no mostradas porque «son experiencias que vive la gente y decidir cómo y qué muestras es delicado porque afecta a sus protagonistas».

Arriesgada y contundente

No en vano la fotoperiodista ha documentado la vida de Julie desde la primera vez que la vio, cuando la joven contaba con 18 años: "Estaba en el vestíbulo del Hotel Ambassador, descalza, con los pantalones desabrochados y con una criatura de ocho días en los brazos". Hasta su final: "Esperando la muerte". En medio, una vida de marginación, exclusión, pobreza, dependencia y soledad de una chica cuyo primer recuerdo era de los seis años emborrachándose con su madre y recibiendo abusos de su padrastro.

Tantos años de relación entre Padilla y Julie acabaron en amistad. Algo que ha influenciado en el trabajo de la fotoperiodista: «Quiero pensar que primero soy un ser humano, y luego llevo una cámara encima». Aunque los comienzos no fueron fáciles: "Al principio llegaba a su casa y me decía: '¡hoy no, guarra, vete!'". Al final, la implicación fue tal que "el proyecto se convirtió en una manera de explicar a sus hijos quién era su madre y porque habían sido adoptados". Cuatro niños y dos niñas, cinco de los cuales acabaron lejos de Julie pero que gracias a las imágenes de Padilla se han reconciliado con ella.

Las 124 fotografías de la exposición son analógicas y en blanco y negro; y permiten seguir la vida de Julie, además de la evolución como fotógrafa de Padilla. Imágenes duras que son un puñetazo en el estómago pero en las que también hay destellos de esperanza, como el primer baño de Elyssa, el menor de los retoños de Julie. Fue a los dos años y en la bañera de Padilla. Un conjunto que lleva a Sílvia Omedes, comisaria de la exposición y directora del Docfield>14, a firmar que "Family Love es una exposición arriesgada y contundente, y una de las más poderosas y profundas del género documental".