ENTREVISTA CON EL Productor de techno

Plastikman: "No escucho en mp3 la música de mis artistas favoritos"

Portada del disco 'EX'.

Portada del disco 'EX'.

JUAN MANUEL FREIRE
BARCELONA

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El hombre también conocido como Richie Hawtin cobró categoría de icono del techno de los 90 con sus lanzamientos bajo el alias de Plastikman. Once años después del final Closer, el productor inglés publica EX, la música de un espectáculo (Objekt) que concibió para el museo Guggenheim de Nueva York por invitación de Raf Simons, director creativo de Dior, y que podrá verse mañana (SonarVillage, 21.50 horas). Si se quedan con ganas de Hawtin, al día siguiente pincha (SonarClub, 5.15 horas).

-Nuevo disco de Plastikman, once años después… Poca gente ya lo esperaba…

-Ha costado más tiempo lanzarlo del que yo hubiera querido, pero al final ya está en la calle. No ha sido sencillo volver a este proyecto, porque llevaba tiempo fuera de él, pero estoy contento de regresar.

-¿Cómo diría que encaja EX en su discografía como Plastikman? En cierto modo, conecta con la espaciosidad de Closerpero es otra cosa.

-Desde mi punto de vista, EX se llama así porque es como volver a ser o tratar de volver a ser algo que fui en el pasado. He concebido el disco como una exploración del legado de Plastikman, recuperando la espaciosidad de Closer, pero llevándola a otro sitio. Buscaba un disco a la vez moderno y continuista, que sonara extraño y, a la vez, recordase al pasado.

-¿Ha cambiado mucho su equipamiento en la última década?

-Siempre está en lento desarrollo. En esta ocasión, empecé trabajando con material analógico pero acabé volcándome en plugins nuevos. Sobre todo, estoy orgulloso de lo que significa EX a un nivel de composición; puede sonar minimalista y desnudo pero es, quizá, lo más complejo a nivel musical que haya compuesto nunca.

-¿Hasta qué punto le inspiró la arquitectura del Guggenheim?

-Muchísimo. Y más que el propio espacio arquitectónico, la exposición de James Turrell -artista americano conocido por proyectos basados en la luz y el espacio- que había en el museo mientras yo preparaba esto. En principio iba a hacer un espectáculo ya visto, pero después de visitar el museo y sentirme tan inspirado, cambié de idea. Fue diez días antes del evento, lo que volvió literalmente loco a mi equipo (risas).

-He leído que el Objekt del Sónar será una adaptación de aquél, y me preguntaba en qué cambiará.

-El espacio aquí es distinto, más grande. Así que hemos querido ajustarlo a todos los niveles a esa proporción. La idea es colocar el obelisco de leds (base del show) en el centro y que la gente esté alrededor de ese asesino tecnológico. También diría que hemos mejorado mucho la experiencia desde el paso por el Guggenheim.

-Una versión especial de EX incluye una edición Plastikman del SubPac, una especie de mochila que te hace sentir los graves de la música como si estuvieras en un club, allá donde vayas. ¿Funciona?

-Es una gran experiencia corporal, aunque EX también suena bien en un buen equipo doméstico o con auriculares que respondan fielmente a los graves. Yo juego mucho con las frecuencias medias, las vibraciones, la profundidad… Todo eso se pierde con los auriculares blancos diminutos.

-¿Cómo consume su música?

-En realidad, de muchos maneras. Si voy a escuchar algo de mi artista favorito no voy a escucharlo en un mp3. Igual que con ciertas películas. El otro día fui a ver El gran hotel Budapest, de Wes Anderson, con mi novia y, desde luego, habría sido un crimen no verla en una pantalla grande.