Elsa Punset y Gerard Quintana: "Las palabras hieren como un puñetazo"

El cantautor que lideró Sopa de Cabra 'rockea' con Xarim Aresté en el disco 'Tothom ho sap'. Él sigue reinventándose y haciéndose preguntas.

La hija del divulgador científico Eduardo Punset, experta en inteligencia emocional, acaba de publicar 'El mundo en tus manos'.

Elsa Punset dice que le hubiera gustado ser cantante. Gerard Quintana le replica asegurando que a él le gustaría «ser sabio». Dialogando, hacen un buen dúo.

Elsa Punset: Pareces un torero, concentrándose.

Gerard Quintana: ¿Sí? Pero es por timidez; la primera impresión es que soy un poco chulo, pero es la distancia del tímido.

E.P. :  ¿Sabes que la mitad de la población, sobre todo cuando es joven, es tímida? Y se pierde muchísimo talento. Nos deberían enseñar en las escuelas a expresarnos, a comunicar.

G. Q.: Nunca dejas de ser tímido. Aprendes a llevarlo. Pero cuando te das cuenta del lastre que ha sido, te preguntas ¿cómo me he perdido tanto? Y los escenarios están plagados de tímidos...

E.P. : La timidez es una de las trabas que más fácilmente se pueden domar. Hay un famoso psicólogo que comprobó que una de las formas de enfrentarse a algo que te da miedo es de cabeza. A él le daban pánico las mujeres y lo que hizo fue ir a un parque y sentarse a hablar con más de cien mujeres. ¡Y se curó! Esto se ha convertido en un entrenamiento que se aplica mucha gente del espectáculo.

G. Q.: Y en este mundo que cambia tan rápidamente, ¿podemos cambiar a la velocidad de lo que nos pide el mundo?

E.P.: Por su puesto. No hay más remedio. Y enfrentándose así, diciendo '¿a qué tengo miedo? Este psicólogo dice que la mayoría de las mujeres ni se levantaron ni vomitaron. Solo unas pocas se levantaron diciendo 'lo siento, no quiero hablar contigo'. A veces es solo que nos da pereza, reparo, dar este primer paso [...] Otra idea curiosa que no nos hemos cuestionado hasta ahora es que hay determinadas necesidades troncales, las de la supervivencia: comer, dormir... ganar dinero se ha convertido en una de ellas, y luego hay otras que damos por sentado que no lo son, cuando en realidad son básicas; encontrar un sentido a la vida, relacionarse con los demás, ¡entender la vida!

G.Q.: Todo esto que es accesorio, ahora.

E.P.: Y no lo es. Pero educamos y vivimos como si lo fueran.

G.Q.: Entonces, ¿al servicio de qué estamos?

E.P.: Nos lo tenemos que plantear. Yo soy optimista porque nos están obligando a pensar a la misma velocidad a que cambian las cosas. Nunca hemos tenido tanto potencial para decidir. Y las reglas del juego van a cambiar más rápido de lo que pensamos[...]

Cuando la conversación deriva hacia las redes sociales y el anonimato, Punset suelta: «Es importante saber que las palabras hieren tanto como un puñetazo». En la empatía está la clave. H