Los lectores podrán comprar libros en las bibliotecas

Los centros facilitarán a los usuarios sus pedidos a una librería determinada y cercana a través de internet

La Biblioteca Sagrada Família, uno de los centros que participan en el programa piloto

La Biblioteca Sagrada Família, uno de los centros que participan en el programa piloto / periodico

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Las bibliotecas catalanas venderán libros como resultado de un convenio de colaboración entre la Generalitat y el Gremi de Llibreters de Catalunya que arrancará en octubre con un plan piloto en 15 bibliotecas  --que irán de la mano de 15 librerías asociadas--.

Según han explicado en rueda de prensa este jueves la jefa del Servicio de Bibliotecas de la Generalitat, Carme Fenoll y el presidente del Gremi de Llibreters, Antoni Daura, las librerías se introducirán en las bibliotecas en forma de "escaparates de reclamo", no de tiendas entendidas al estilo tradicional.

De hecho, estos escaparates incorporarán un ordenador para que el usuario pueda comprar y pagar con tarjeta el libro que desee de todo el catálogo, y como intermediaria en el proceso, la biblioteca acudirá a la librería más cercana --en una política de tándem biblioteca-librería de referencia para impulsar el comercio de proximidad--, y el usuario podrá recoger su ejemplar en la biblioteca.

Sin embargo, el proceso de compra no estará mediatizado por ningún librero, sino por el bibliotecario, que tendrá el incentivo de que el volumen de ventas de cada biblioteca revertirá en forma de crecimiento de su fondo editorial.

Hasta octubre y desde este mes, las bibliotecas evaluarán el impacto del plan, que ya cuenta con el despliegue realizado de la plataforma digital 'on line' LibriData -que permite obtener información sobre las ventas y usos de los libros, además de rankings de los más vendidos-, y la plataforma de comercialización de libros digitales Liberdrac, con 45 librerías asociadas.

Después de este periodo de estudio, los primeros libros podrán comenzar a comprarse en octubre, y después el plan piloto aspira a generalizarse en las 359 bibliotecas y casi 300 librerías agremiadas, todo ello con el cometido de fomentar la lectura entre los usuarios.

Fenoll ha explicado que se tratará de facilitar 'in situ' el proceso de compra de libros en un proyecto que ha tenido una respuesta muy exitosa en el sector al ser vista como una oportunidad, y donde los ciudadanos dispondrán de un nuevo canal de venta: "No significa que las bibliotecas cambiemos el chip y nos pongamos a tener un canal propio de venta", sino que es un valor añadido, ha defendido.

Las librerías y bibliotecas seleccionadas responden a diferentes modelos y de todas las casuísticas posibles, y funcionará en un primer periodo por tándems de biblioteca de proximidad, para después buscar otros algoritmos que prioricen que el lector reciba el libro lo más rápido posible, ha concretado.

De hecho, Daura ha explicado que en una segunda fase puede no haber este hermanamiento entre una biblioteca y una librería y quizás ir más allá y que el lector seleccione la librería que no sea necesariamente de su entorno.

Este plan está basado en experiencias internacionales, como la de la New York Public Library y las bibliotecas de Québec, y también muy cercanas, como la de la biblioteca de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC).

Según ha defendido en el conseller de Cultura, Ferran Mascarell, bibliotecas y librerías trabajarán juntas "a favor de la lectura mirándose un poco más y apoyándose un poco más directamente", algo que es el objetivo final del convenio suscrito este viernes con el Gremi de Llibreters.

Ha apuntado que este nuevo punto de venta está pensado tanto para las personas que devuelven un libro que les ha gustado y desean incorporarlo a su biblioteca personal o regalarlo, como a aquellas personas que desean usar la prescripción de los bibliotecarios en sus compras.

Mascarell ha dicho que éste es un proyecto de "gente decidida" y que, a veces, hay que dejar atrás las rutinas para experimentar cosas nuevas, lo que conviene como actitud general: "Hacer posible que dos sectores que son primos hermanos tengan este afán de colaboración".

El objetivo último de este acuerdo es fomentar la lectura con una política que comporta beneficios a ambas instituciones, en un acuerdo que tiene vigencia de un año y que se prorrogará de forma automática anual.

El sector del libro en Catalunya facturó en 2013 199.999.663 euros, con más de 15 millones de unidades vendidas y un precio medio de 13,85 euros, generando un valor añadido en la economía catalana de 704.762.000 euros.

Las librerías del gremio representan el 53% de las ventas de libros en Catalunya, con un total de 279 librerías agremiadas, 355 puntos de venta en el conjunto del territorio, con siete altas en 2013 y dos bajas en el mismo año, y hacia un modelo tendente a la especialización.

En cuanto a las bibliotecas públicas, en 2013 recibieron 25,3 millones de visitas -una media diaria de 80.000 personas-, con casi 3,5 millones de carnets -121.448 nuevos usuarios-.